Éste artículo no viene a colación de ninguna polémica pública que se ha haya dado, sino a raíz de una discusión que tuve junto con otros dos amigos en torno a lo que se refiere «ser un vendido». Hace unas semanas el grupo navarro Berri Txarrak cumplía 20 años y nos lanzaba un triple disco (absolutamente recomendable) con 20 trallazos que nos dejaban boquiabiertos. Semanas más tarde nos enterábamos de la noticia: ¡Berri Txarrak en el puesto número 20 de los discos más vendidos según Promusicae!. Los seguidores de la banda durante años nos alegrábamos de la noticia, mientras que otros soltaban la manida frase: Berri Txarrak se ha vendido.Quizá no entra dentro de mi capacidad cerebral saber qué significa «ser un vendido» y que no. También hay muchas variables que cuelgan del cielo, y nadie sabe muy bien cuáles son las verdaderas y cuáles falsas: ¿ser un vendido es sonar en la radio comercial? ¿vender tu música por medio de una multinacional? ¿vender tu música simplemente? ¿estar en macrofestivales llenos de marcas que solo buscan un beneficio económico? ¿ empezar a dar conciertos para mucha gente o solo para quince colegas?.
En «la escena» (por poner un nombre) punk-hardcore, o música alternativa nacional e internacional tenemos miles de nombres de grupos o de solistas que en algún momento se vendieron, o que seguramente nos tengan con una lupa puesta a la espera del más mínimo error para machacarles. Da igual que sea un grupo que cante en euskera, que hace una música no muy popular o que, al menos, no suena muy frecuentemente en garitos o radios, o que se mojen políticamente, sino que directamente han llegado a un número considerable de público y por eso son unos vendidos. Que yo sepa la música punk se creó como un movimiento contracultural que criticaba el sistema, la ideología dominante o al menos el discurso dominante, mostrándonos una alternativa a lo de siempre. Y aunque la idea del DIY la respeto y la comparto, nos movemos en una sociedad y en una economía con unos patrones establecidos y de la que es difícil llegar a mucha gente sin pasar ciertos aranceles. Si no queremos pasar por esos aranceles me parece respetable, pero si quieres que tu discurso llegue, tarde o temprano lo tendrás que hacer… o si no tu música la escuchara poca gente, cosa totalmente respetable… pero nos quedaremos los cuatro de siempre diciéndonos a nosotros mismos: «si tío, aunque sólo seamos cuatro, al menos no se vendieron y no los escucha todo el mundo» (cosa, por cierto, un poco elitista)
Me sorprende más incluso viniendo de este país en el que el nivel de cultura musical (y no sólo musical) es irrisorio. Cuando los Bisbales o los Pablo Alborán suenan en radios y teles a todas horas soltamos la proclama: «¡vaya país de pandereta! ¡siempre con lo mismo!» y cuándo suena algo diferente (que nos gusta) decimos: «¡vendidos!». O cuándo en Radio 3 , esa radio que pagamos todos y que se supone que es una radio para música alternativa fuera del circuito comercial, suenan todos los grupos indies mil y una vez con un mensaje inocuo para la sociedad, narcisista, individualista y egocéntrico… y gente como los ya mencionados Berri Txarrak, Soziedad Alkoholika o Fermín Muguruza (que llenan o venden igual o más) quedan relegados a la más absoluta oscuridad, nadie dice nada porque nosotros, «los auténticos», debemos siempre quedar relegados al underground, no estamos para que nos escuche la gente, estamos para que nos escuchen «los entendidos».
Aparte que no hay una fórmula secreta para llegar a un gran público por mucho que «te vendas» (el caso de S.A. con Roadrunner no les ha hecho superventas, ni a Bad Religion es un momento les hizo superestrellas como los Green day o Blink 182 de turno), la cuestión es que llegues o no llegues al público. Lo que se es que Berri (aunque monopolice el discurso en ellos es solo un ejemplo de muchos grupos más) han llegado a dónde están por buenas canciones, directos de 10 y personalidad, no por ninguna mano negra. Para información de algunos, se por buenas fuentes que estuvieron a punto de fichar por Warner y al final han sacado un disco bajo su propio sello (Only In Dreams).
Como decía Evaristo Páramos (otro posible vendido y que nos dio más conocimiento que el colegio): «Tu nunca te venderás, porque a ti, so cretino, nadie te quiere comprar».
Pues eso.