Fue en una tarde de pre-verano. De esas en las que invierto mi tiempo en bucear por la red en busca de nuevos grupos musicales (uno de mis mayores hobbies). Repentinamente, me topé con «The Kid», un medio tiempo pegadizo, con una melodía cautivadora y con una voz que me recordaba al joven Billie Joe Armstrong. Y así fue como llegué a Three Speed, y por eso estoy escribiendo estas líneas.
Inmediatamente me puse en contacto con el grupo para saber si ese single pertenecía a un trabajo ya publicado, pero mi gozo se quedó en un pozo. Billy (casualidades de la vida) voz y bajo de la banda me dijo que Long Gone vería la luz en otoño. Tocaba esperar.
A finales de agosto, el grupo se puso en contacto conmigo para darme la gran noticia de que ese álbum que estaba esperando ya había visto la luz. Raudo y veloz le di al play y me topé con «Voyage», un tema de guitarras animadas que me recordaba a los primeros Masked Intruder. Flechazo total. El sonido que encontramos en Long Gone coquetea con un rock and roll de otros tiempos, haciendo que temas como «Leaving Town» o «Blues Stricken Box Car Boy» bien podrían pertenecer a la B.S.O. del Grease del siglo XXI.
Sin embargo, este disco también incluye temas más acelerados y punkrockeros como «Nowhere Fast», «Break the Silence» o la inmensa «Ten Track Mind». Si tuviera que destacar alguna canción del conjunto perfecto que forma Long Gone, estas serían «Half Empty» – Green Day de los 90’s aderezados con coros dulces -, «The Kid» con la que empezó todo, y la ya mencionada «Ten Track Mind».
Conclusión: Three Speed hace que nos planteemos la relatividad de la velocidad. Long Gone no es un trabajo espídico, pero no por eso está exento de una clase y de una melodía que, a buen seguro, os conquistará. Necesitaba compartir esta banda con vosotros, ahora es vuestro turno. Haced lo propio.