Atrás queda ese momento en el que The Linda Lindas, un cuarteto de preadolescentes pertenecientes a minorías raciales americanas, sorprendieron a propios y a extraños del mundo del punk rock. Han pasado más de dos años, y sus integrantes se han convertido en unas adolescentes que afrontan su segundo álbum, No Obligation, como una declaración total de intenciones.
Para algunos y quizá tras ese boom, pueden haber quedado en el cajón del olvido. Sim embargo, no han perdido el tiempo. Han girado por medio mundo y formado parte de los carteles más importantes de los festivales americanos. Y han sacado un auténtico discazo. Basta con escuchar la dupla formada por los dos cortes que inician el disco; «No Obligation» y «All in My Head». La primera, un corte que haber la puerta a un hardcore tímido que sorprende cuando ves quien lo ejecuta. La segunda, un verdadero hit, dulce, pegadizo y con mucho mensaje.
Aquí somos mucho de pensar que cuando algo se hace sin obligaciones, funciona. Quizá por eso este trabajo es redondo. Multitud de registros se aúnan bajo el mismo hilo conductor: música hecha desde y para la diversión. Canciones como «Too Many Things», «Nothing Would Change» o «Once Upon a Time» moldean el esqueleto de un disco más maduro que su predecesor, y también más completo. Un disco donde la melodía no falta nunca.
The Linda Lindas también se atreven con un par de cortes más potentes con tintes oscuros en «Resolution/Revolution» y «Excuse me». E incluso con un tema cantado en castellano, «Yo Me Estreso», que aporta ese toque «distinto» tras el que solo podía estar la colaboración de «Weird Al» Yankovic. ¿El resultado? – mucho mejor que aquel intento que unos, ya, ex-dinosaurios del género ejecutaron hace años. En la primera escucha se hace extraño, a la tercera, no puedes sacártela de la cabeza. Está claro que estas chicas son valientes.
Conclusión: Se suele decir que el segundo disco de una banda marca su destino. Si esto es así, el futuro de The Linda Lindas es muy halagüeño. Este No Obligation deja entrever un ligero paso hacia sonidos más potentes, y unas ganas infinitas de hacer de esto algo más que un juego. No las perdáis de vista. Crecen muy rápido.