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The Leftovers: Un Viaje Emocional A Través De La Pérdida

Sentarse frente a una pantalla y disponerse a ver The Leftovers supone toda una experiencia emocional a la que no todos estamos acostumbrados.
La serie de Damon Lindelof y Tom Perrotta para el canal HBO y basada en la novela homónima de Tom Perrotta fue uno de los descubrimientos más gratos del año pasado, y eso que el proyecto comienza su andadura a mediados de 2014.
En los primeros minutos de la serie podemos ver como un 2% de la población mundial desaparece de forma espontánea, dejando devastados a los que quedaron, a los que no se marcharon. Eso es The Leftovers, la historia del ser humano haciendo frente a la pérdida injustificada y a la ausencia, la historia de los que echan de menos sin medida.

La serie consta de dos temporadas y este 2017 al fin podremos ver la tercera y última entrega de una producción que ha dado durante tres años qué hablar a críticos, fans y detractores.
Es cierto que no es la serie con más acción, ni tampoco la más fácil de ver. El espectador suele resignarse a ver este tipo de proyectos pues bien es cierto que, por norma general, se prefiere ver algo más distendido y directo. Pero si uno le da el tiempo suficiente la serie empezara a jugar con sus emociones, y a batallar con el dolor, la tristeza y la nostalgia. Emociones con las que el ser humano no suele disfrutar en los últimos tiempos (hay una tendencia generalizada a huir de estos sentimientos y tomar solo como válido la felicidad).

The Leftovers nos lleva de la mano  por una montaña rusa de emociones con incontables actuaciones destacables: Justin Theroux, Carrie Coon, Liv Tyler, Christopher Eccleston, Ann Dowd, Regina King o Kevin Carroll. Además, la serie muestra los puntos de vista de todos y cada uno de los personajes principales por lo que podemos adentrarnos en su forma de ver el mundo a través de sus sentimientos, miedos e ilusiones.
A su vez, si algo está claro es que la serie no busca respuestas, si no desnudar a sus personajes y abrirlos en canal para que podamos vestirnos con su piel y sentir todo cuanto sienten ellos.
No debemos plantearnos el porqué de todo lo que está sucediendo, si no dejarnos llevar y disfrutar, las respuestas no son lo importante.

En definitiva, The Leftovers es la experiencia emocional seriéfila por excelencia.
No había visto jamás algo así en la pequeña pantalla y por eso consigue desmarcarse de la mayoría de las series masivas que estamos acostumbrados a ver.
¿Vale la pena darle una oportunidad? Por supuesto. Eso sí, abstenerse tipos duros que no están dispuestos a dejarse llevar y que solo esperan violencia, sexo y acción gratuita condensada en 50 minutos.
Lanzarse a ver The Leftovers supone estar dispuesto a emprender un viaje hacia una catarsis emocional.
¿Importan más lo que quedan que los que se han ido?
Eso, amigos, tendréis que averiguarlo vosotros mismos.

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