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Rude Pride – Take It As It Comes

Las injusticias están en el aire desde que el mundo es mundo, pero también la lucha frontal para superarlas. Paro y precariedad laboral son el caldo de cultivo perfecto para que las ideas de odio hacia el diferente afloren de manera cíclica, aunque por suerte siempre hay una respuesta efectiva y sin pelos en la lengua en torno a la música. Take It As It Comes acaba de llegar con canciones llenas de cicatrices y golpes que han convertido esta lucha en una forma de vida que no tiene camino de vuelta.

Rude Pride es una banda trabajadora, que aprovecha cada miga de su bocadillo para convertirlo en una cena gloriosa. En una carrera relativamente corta, ya han sabido demostrar con creces que cada nuevo lanzamiento es un reto en el que no valen canciones mediocres, convirtiéndolo en un Greatest Hits del que es difícil realizar descartes.

El primer bombazo es la canción que pone nombre al disco; por un lado creando un puente con toda la obra anterior de la banda madrileña, pero por otro lado demostrando un progreso más que evidente que mira de manera atrevida al futuro. Bars and Shackles pone voz al ansia de libertad personificada en una mujer entre rejas, usando un tempo más pausado y una mayor cantidad de adornos que le dan una crudeza especial. Esa es otra de las grandes proezas conseguidas por Rude Pride: conocen perfectamente la manera de adornar los diferentes contextos citados. Keep on Walking es un título bastante explícito para una canción de superación y de actitud de continuidad de la lucha, manteniendo vivo el sonido que plasmaron en Be True To Yourself. Una de las más sorprendentes novedades de este disco es la mayor presencia de la alternancia de voces entre Anxo (batería) y Miguel (voz principal), y en Broken Silence despunta enérgicamente, regalándonos un estribillo hipnótico cuando ambas voces se encuentran. Too Fast es un rock and roll con algo de ironía macarra, que invita a bailar sobre la tumba de Ian Stuart, uno de los gurús del repugnante movimiento neonazi británico, a cuya banda no daré mayor publicidad. La primera mitad del álbum la clausura Once Again, un homenaje más al movimiento skinhead, una forma de vida asumida hasta el final.

En Our Pack los teclados vuelven a recuperar ese protagonismo que tanta importancia tuvieron en algunos de sus himnos pasados, y redondean una canción que se asoma al balcón del punk rock más melódico, en la que se corrobora el combo de voces antes citado. Si quieres un solo de bajo que podría sacar una sonrisa cómplice al mismo Matt Freeman, en My Generation tienes un buen ejemplo. Bullying te devuelve a la seriedad del mundo. Fue uno de los adelantos, muy bien elegido debido a su potente y pegadizo estribillo, con sus guitarras siempre jugando a hacer más grandioso el decorado. Incluso tienen hueco para un devaneo con el hardcore vieja escuela en One More Pint, pero siempre intentando fidelizar con su sello personal. Aunque claro, siempre se agradece la variedad de regates que despliegan estos cinco killers del área. Mi favorita es Disorder, quizá por ser la más incendiaria, o quizá por ese riff de guitarra tan sencillo y efectivo como para ponerte la piel de gallina. La fórmula de su anterior LP funciona, y por ello también han elegido cerrar este lanzamiento con Many People Suffer, su forma de revisionar el reggae y el rocksteady, dentro de los que se desenvuelven como pez en el agua.

Take It As It Comes es la constatación de que el trabajo da sus frutos, de que el buen gusto facilita la conexión con el público, y sobre todo de que se puede llegar muy alto saliendo de un local de ensayo en el subsuelo. Rude Pride ha conseguido un sello propio buscando la personalidad en cada detalle, pero a la vez manifestando abiertamente dónde están sus raíces y hasta dónde están dispuestos a llegar por defenderlas.

El cuento de la criada. Blessed be the fruit.

Propagandhi – Victory Lap