En pleno éxtasis (y obsesión) con el crecimiento de España, y mientras se celebran los Juegos Olímpicos de Barcelona o cuando Curro disfrutaba de lo lindo en el recinto de La Cartuja, tres chavales de Bañolas se adelantaban a su tiempo dejando al teleférico de la Expo y la famosa antorcha de Antonio Rebollo como simples intentos fallidos de la idea de futuro. Es posible que nadie hiciera tanto con tampoco.
Hablar de Rouse es hablar de Alex, Marc y Koki. También es hablar de HHH, la banda «mayor» de esta que hoy nos ataña. HHH, para unos Harina de Huesos Humano, y para otros Hardcore Hasta la Histería, fue el proyecto anterior y con el que convivió durante un tiempo Rouse. El punk siempre estaba presente, pero es cierto que el hardcore melódico fue añadido a Rouse como el ingrediente estrella. Deep Wound, para muchos considerado como el mejor disco de melódico jamás editado en este país, es un trabajo que abriría las puertas a un género por entonces bastante desconocido aquí.
La intro de «Close Humanity» presenta el disco como una obra maestra, quizás sin presagiar la importancia que realmente iba a tener incluso hoy en día. Justo después, una batería endiablada irrumpe y nos adentra en un álbum frenético, espídico e histérico. Deep Wound consta de veintiocho temas dejando claro lo sobrados que iban estos chavales a la hora de componer. El disco consta de temas más melódicos (siendo el esqueleto central del mismo) y de cortes con orientación más hardcore. Tanto en unos como en otros, la batería acelerada sirve como nexo de unión y cohesión. Dentro del sonido melódico caben destacar, «We’ve Grown», «Xmas», «Nothing Changes» o «Golden Days» cuya intro deja claro el contexto concreto en el que este disco estaba siendo grabado.
Si por el contrario buscamos más tralla (aún), escuchar «Sting’s Song», «Better (It Could Be)», «Reality» o «I Don’t Wanna Know» (prima hermana de la inmensa «I Don’t Wanna Hear it»), es como una patada en el centro del pecho. Patada que posiblemente no sintieran todos aquellos que formaran el pit de Rouse en sus directos. Mención aparte merece «Rock the Boat» un corte cuya primera parte clava los cánones del melódico, mientras que su segunda parte se acelera (intuyo que de manera artificial) hasta cotas insospechadas. Un claro ejemplo de que para Rouse todo tenía que ser rápido. Incluso su carrera.
A Rouse también les da tiempo a hacer algo parecido a un medio tiempo con «Cabaret», a parodiar a Steve Miller Band y su tema «The Joker» (petándolo en aquel momento con el anuncio más famoso de la «cerveza» Cruzcampo) en la reflexiva «What you’re Now» , y a clavar una versión de «Trust» de 7 seconds. No sé si por aquella época existía ya el, también publicitario, término de JASP (joven aunque sobradamente preparado) pero está claro que Rouse debía haber puesto la banda sonora a tal campaña.
Deep Wound no ha caído en el olvido. Cómo bien nos habéis demostrado, muchas y muchos siguen escuchando un disco que no deja a nadie indiferente. Siempre he pensado que los verdaderos artífices de un cambio permanecen en la sombra, y que son otros los que recogen las felicitaciones y las medallas. Rouse es un grupo del que se debería hablar cada noche en cada bar en el que pinchan punk rock. Deep Wound es un Lp del que se debería hablar en cada previa con cervezas. Y en cada cola a la entrada de un concierto. Rouse no pueden quedar en el olvido y por eso estamos escribiendo y leyendo sobre ellos. Gracias por todo Alex, Marc y Koki.