Estaba cantado (además en este caso, literalmente), Off With Their Heads, uno de los grupos con mayor carga de pesimismo en sus letras, estaba tardando en usar el formato acústico para las mismas. Muchos han sido los grupos que han recurrido a tal fórmula con excelente resultado, y yo tenía gran curiosidad por ver el cómo, el cuándo y, sobretodo, cuales serían los temas elegidos por el grupo para ser tocados en el formato desenchufado.
Si mi función aquí es hacer una valoración (personal) del resultado de este «nuevo» disco, lo tengo complicado. Este álbum es un sí pero no. Un a veces, a ratos. Un acierto pero tal vez no pleno. Un tiro al poste, un casi, un por los pelos. La idea del disco tiene pies y cabeza, ya que desnudando ciertas canciones se consigue mayor carga pesimista y se consigue que la letra cobre un mayor sentido si cabe, pero a la vez se pierde ese sentimiento de rabia que Off With Their Heads desprende cuando canta todas sus penas. Y esa es una de sus señas de identidad. Por lo tanto en este sentido, lo servido por lo comido.
Si analizamos los temas escogidos para esta «transformación», puede que haya algunos cuya versión acústica sea un acierto y consiga lo esperado, pero también puede que haya otros cuyo resultado sea menos accesible. El grupo decide apostar sobre seguro y comenzar el disco con un caballo ganador: «Clear The Air» cuyo comienzo en la versión eléctrica ya es acústico. Este tema es precioso, ya sea en versión acústica, eléctrica o, incluso, en su versión folk. Siempre va a molar. La duda en este disco se mantuvo incluso por parte de su cantante Ryan, quien asegura que no lo veía claro hasta que escuchó el resultado de «Old Man» desnuda. También es otro acierto. Al igual que «The Eyes Of Death», para mi la mejor canción de todo el disco. Quizás me guste más esta que la original, muy, muy grande.
Y ahora es cuando toca cambiar de página y hablar de temas que (al menos a mi) no convencen tanto. «Jackie Lee» se me hace un poco lenta y aburrida, «Start Walking» pide ruido por los cuatro costados y pierde toda la fuerza que tiene en su versión original, y la encargada de cerrar el disco, «Don’t Laugh» se convierte en un tema mucho más inaccesible. Con esto no quiero decir que el resultado musical no sea bueno, que los temas no suenen bonitos o que la voz de Ryan desmerezca, pero a mi no me acaban de convencer.
Estamos ante un disco que corre el peligro de convertirse en algo pasajero. Un trabajo que llama la atención y la curiosidad del seguidor del grupo, pero que una vez se llega a valorar su resultado puede quedar peligrosamente sepultado y olvidado por el resto de discos de Off With Their Heads. Tal vez habría estado bien guardar estas versiones para futuras re ediciones o caras b, ya que es muy posible que cuando el grupo saque su próximo álbum, nadie se acuerde del título de este. Aún así, y dicho todo esto, insisto: Won’t Be Missed cumple con todo lo que ofrece y a mi me ha dejado bastante satisfecho. Tal vez hasta pasado mañana …