Linoleum
El pasado domingo NoFX se subieron a un escenario por última vez (o eso dicen). Precedido de dos noches épicas en las que una gran mayoría de los gigantes del género les acompañaron, el pasado fin de semana resultó ser la celebración de los cuarenta y un años de la banda, y de todo lo que NoFX han supuesto para el punk rock americano de los noventa.
Sin embargo yo voy a comenzar esta entrada dando un palo a la banda. Creo que Fat Mike y los suyos perdieron una oportunidad de oro de devolver el apoyo recibido durante todo este tiempo por parte de sus fans, creando un streaming gratuito, y convirtiendo su despedida en una fiesta global para todas y todos. Ya han tenido de la oportunidad de hacer caja con ediciones de discos especiales en casi cada cita (incitando a la especulación y favoreciendo a consumidores americanos), con parches, con infinidad de camisetas… ahora tocaba olvidarse del dinero y hacer algo único. Mal ahí. Muy mal.
Dicho esto, y tras poder disfrutar del concierto en YouTube, es una lástima que dejen de girar estando en su mejor momento de los últimos diez años (en cuanto directo se refiere). La banda se mostró cercana, agradecida, y en shock por la situación en la que se encontraba: ante su último día en la oficina. Una con vistas a una multitud entregada, y rodeados de amigos, familiares y colegas de profesión.
El otro día leí un artículo en el que se especifica que NoFX no se separan, que obviamente se jubilan. Y que lo hacen como atajo a evitar eso, un deterioro en las relaciones personales de sus integrantes. Amistad por delante de todo. Esto sí es un acierto. Este apunte se notaba en los rostros de los diferentes integrantes de NoFX. Mientras Fat mike repetía una y otra vez que no habrá reunion show, Melvin mostraba un semblante más serio recordando que cada tema que sonara, lo haría por última vez.
Empezaron dejando claro que incluso en su último día iban a dar el «60%». Continuaron con una «Murder de Government» donde Trump fue protagonista, y siguieron con la gran «Fall in Love» que me puso la piel de gallina por primera vez.
La banda no dejó de lado sus chascarrillos entre canción y canción, y bromeaban cada vez que tocaban dos canciones sin pausa para hablar. Hablaron de sus nervios por esa cita, de haber llorado, o incluso de no poder dormir. También explicaron el origen del nombre del grupo (por muchos ya sabido), y tuvieron tiempo para ser irreverentes y bromear de manera cariñosa con la voz de Lou Keller (pasando momentos delicados de salud), o con Greenday al tocar «The Longest Line». Tampoco faltó el lanzamiento de zapatillas por parte de un público al que no se le permitía hacer mosh. Curioso.
Personalmente, me encantó poder disfrutar de la versión en directo de su versión de «Straight Edge», una potente «Six Years on Dope», o su cover de «Radio», con colaboración de Tim Armstrong incluida. «Mattersville» también fue divertida, y «Bob» trajo consigo fallos y a un público entregado cantando a capella. NoFX en estado puro.
A medida que el concierto avanzaba, la sensación de el final de una era se hacía más y más presente. Pero aún quedaban momentos que pasarán a la historia. Que se lo pregunten si no a un «obligado» Mr. Brett quien con Jay Bentley tocaron con NoFX «We’re only Gonna Die», en uno de los momentos de la noche. También me impresionó mucho la rabia con la que Fat Mike interpretó por última vez la que para él es su canción favorita de NoFX, «The Separation Church and Skate». Piel de gallina de nuevo.
Sin embargo, el momento más especial fue cuando la banda se dispuso a tocar «Our Way», una canción inédita creada para la ocasión que perjuran que no grabaran y no volverá a sonar. Un resumen de cómo la banda se formó, y cómo han seguido haciendo las cosas a su manera en estos más de cuarenta años. Reconozco que ahí me di cuenta de lo que estaba pasando.
Tras esto, las caras de Smelly, el Hefe, Fat Mike y, sobretodo, Melvin cambiaron. Un silencio se antepuso a una sucesión de abrazos, y a una nueva afirmación de que esto se acaba. Justo después se dispusieron a tocar su última canción que no podía ser otra que «The Decline». El broche de oro se produjo en el último minuto de la misma donde decenas de compañeros de grupos como Face to Face, MxPx, Bad Religion, Less Than Jake, Rise Against, Pennywise, Lagwagon y un largo etcétera tomaron sus guitarras y trompetas y se unieron en el escenario para acompañar a la banda en su final. Duro de asumir. Tras esto y mientras había abrazos, Fletcher se dedicaba a hacer añicos todas las guitarras con las que se encontraba. Afán de protagonismo lo llaman.
Personalmente se marcha uno de los grupos de mi vida. Ese que me introdujo en el mundo del punk rock allá por el 96. Ese que me ha hecho viajar y conocer ciudades solo por ir a sus conciertos. El que me ha permitido conocer a muchas personas que hoy puedo llamar amigos. El que me cambió y tiene la culpa de que hoy sea quien soy. Ese al que el nacimiento de mi segunda hija siempre estará ligado, pues lo hizo el mismo día en el que tocaban por última vez en España. La banda a la que a veces he criticado y siempre he amado. NoFX, simplemente NoFX. Gracias por todo.
