Linoleum
El factor sorpresa es ese movimiento inteligente que hace que el consumidor reciba algo que no entraba dentro de sus planes. También esa anticipación premeditada para conseguir una reacción por parte de aquel que no esperaba dicho resultado final. Y por último, un elemento que, desgraciadamente, está en desuso en el mundo musical para la gran mayoría de los grupos. Pero no para Natacha.
Natacha tiene personalidad propia. Algo que va intrínseco en su nombre, en los títulos de sus canciones y en sus letras. El grupo huye de cualquier etiqueta posible y se presentan a pecho descubierto mostrando sus sentimientos, e intentando rajar el nuestro para tocarnos la fibra. «Yo Conocía a Poor Walter Antes de que se Hiciera Famoso», es la intro perfecta. Es el bisturí en la mano listo para operar. Es esa incisión tras la cual quedamos al descubierto. Y ganados. Ya no hay vuelta atrás.
La amalgama de registros del grupo nos permite disfrutar de temas tan dispares como «Darth Vader, Pulir Vader», acelerada y punk propiamente dicha, o la emotiva «Chocolatería Churrería Hnos. Pernía». Como buen extremeño que soy, no puedo pasar por alto «Himno», un temazo que me eriza el vello cada vez que lo escucho. A su vez, «Henry Miller no me Animer», es un tema que viene de un proyecto personal anterior de uno de los componentes del grupo, aderezado con una base de blues que recuerda a los antiguos NoFX.
Pectum Excavatvm es un disco vivo. Un álbum que te descubre nuevas joyas en cada escucha. Es por eso que debo resaltar «Incredulidad en la Farándula», la cual tiene la mejor letra de lo que va de año, «No Sabemos Bailar pero lo Hacemos Igualmente» que no hace más que volver a refrendar la filosofía de una banda que lo tiene muy clarito, o «Rigoletto vs Predator», ahora mismo, mi favorita del álbum.
Conclusión: Natacha son como tú y como yo. Gente que lleva amando la música toda la vida. Amigos que desde Badajoz acaban de convertirse en el factor sorpresa de este recién estrenado 2022. Pectum Excavatvm, su primer larga duración, es un ejercicio de punk en la máxima expresión de la palabra. Hago lo que quiero, como quiero y como sé hacerlo. Y eso para mi, ya es el mayor triunfo posible, no solo en la música, sino también en la vida.
