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Monográfico Bad Religion – Episodio II: Letras

Está claro que son muchos los aspectos que hacen de Bad Religion uno de los mejores grupos de punk rock de la historia. Sus melodías, sus coros, o sus letras, son pilares fundamentales donde cada canción o el conjunto de cada álbum se sustentan, haciendo de estos unos trabajos sólidos aclamados tanto por la crítica como por el público.

Desde los orígenes de la banda, Greg Graffin y Brett Gurewitz han escrito temas que se han convertido en una seña de identidad dentro del género. Ambos integrantes tienen amplios conocimientos en los sectores de la ciencia y la filosofía, por lo que es bastante frecuente encontrarse con términos específicos de ambos campos en infinidad de canciones.

A lo largo de los cuarenta años de Bad Religion, la evolución de Greg y Brett a la hora de componer ha ido divergiendo por caminos dispares. Mientras el primero se ha mantenido en lo científico, llegando a convertir canciones en casi ensayos, el segundo ha ido variando hacia lo poético, lo metafísico y lo surrealista.

Las letras de Bad Religion, muchas veces teñidas de pesimismo, ironía o sarcasmo, pretenden hacer del mensaje inteligente y profundo un nexo de cohesión entre la música y la reflexión, dejando claro que el punk rock es mucho más que tres acordes ya manidos.

En este (osado) intento de estudiar las composiciones líricas de un grupo que hace que incluso los nativos americanos tengan que ojear el diccionario para comprender ciertas palabras o expresiones, vamos a dividir la temática general en cuatro bloques bien diferenciados; política, religión, sociedad americana, y temas más personales que nos llevan hacia la introspección y la reflexión abstracta humanística y filosófica.

RELIGIÓN

Es bastante común que tanto el nombre, como el logotipo de la banda hagan pensar que la postura de Bad Religion contra la religion sea destructiva, cuando en realidad Greg Graffin ya explico en 1989 que «tanto el logo como nuestro nombre nos ayudaron a establecer que somos un grupo que quiere pensar por sí mismo. En definitiva, nos dan la libertad de hacer lo que queremos», y también lamentó que «desearía que no fuese algo tan ofensivo para muchos, porque podrían beneficiarse de la manera en la que pienso.»

Graffin siempre ha intentado desmontar las bases de cualquier tipo de religión posicionándose abiertamente con una clara perspectiva atea. Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en «God Song», donde haciendo una clara alegoría a «Jerusalem», poema de William Blake que se convierte en un himno religioso, Greg intenta hacer de esta canción un himno ateísta.

Para Graffin, la religión es un escudo en el que parapetamos todos los miedos y temores como sociedad, tomando el camino fácil de la salvación o la ayuda divina, en vez de cuestionarnos cómo evolucionar tanto de manera individual como conjunta. Esta crítica es un tema recurrente en varias canciones para alcanzar su máximo esplendor en la preciosa «Faith Alone».

Echando un vistazo a la letra de «God’s Love», encontramos una canción que toca de la manera más directa posible este tema. Ambas partes, la religiosa y la atea, sufren las mismas penas y tormentos a lo largo de esta vida, pero también optan por diferentes maneras de combatirlas.

Por el otro lado, Gurewitz adopta una postura más poética donde intenta mostrar un creador arrogante, como en «Skycraper», donde cambia la perspectiva de la historia de La Torre de Babel, o en «Only Rain» donde a través de metáforas nos hace ver la parte racional del mundo frente a la Fe.

Este último nos regala un par de canciones en las que establece un dialogo entre las dos partes que entran en juego en la creación; el creador y el hombre. En «Sorrow», Brett escribe sobre la historia de Job. En esta historia, Satán apostó con Dios que no había ningún hombre que renunciara a su Fe, pero después sufrimiento infinito, Job renunció a traicionar su Fe, y fue recompensado por Dios. En palabras de su autor; «La historia de Job es el arquetipo de historia triste. Es la historia más triste jamás contada».

En «Better Off Dead» es Dios quien habla con los hombres, lamentado todos sus fallos en la creación de este planeta. En cierta manera, es una alegoría a aquellas personas que nunca están contentas o satisfechas con nada.

Más canciones sobre religión: «Bad Religion», «Big Bang», «The Answer», «Atheist Peace», «Generator», «Chimaera», «Come Join Us», «You Are (The Government)»

POLÍTICA

Al contrario que en el bloque anterior, en cuestiones políticas, la línea a seguir entre los dos grandes compositores del grupos es paralela y similar. Cómo ya citamos en el primer capítulo de este monográfico, tres son los discos que sustentan el peso de la crítica política de Bad Religion de manera marcada; The Empire Strike First (2004), New Maps of Hell (2007), y más recientemente, Age of Unreason (2019). Los dos primeros están marcados por la administración de Bush y la guerra de Irak, y el último por la crítica directa a la administración de Trump.

«Let them Eat War» es un tema que hace clara alusión a la novela de George Orwell «1984», donde el gobierno de la nación crea la idea de «la guerra es la paz» para que obvien todo lo que marcha mal en su territorio y se sacrifiquen por algo que no es necesario. En este caso Bush era el que manejaba los hilos. En la misma línea encontramos el tema «The Empire Strikes First» basado, como anteriormente se dijo, en la guerra de Irak.

Tras el inicio de la guerra del golfo Pérsico, Bad Religion lanzó New World Order: War #1 junto con Noam Chomsky, donde apareció por primera vez «Heaven is Falling», la cual sería de nuevo regrabada en Generator (1992). Otro tema en el que se critica la política pro guerra de los Estados Unidos.

Más recientemente, e incluido en su último trabajo hasta la fecha, encontramos «Chaos From Within» y «Candidate» ambas dirigidas hacia el, aún a día de hoy, actual presidente de Estados Unidos. En la primera, el grupo ataca el miedo hacia lo externo de un presidente que busca evadir la pluralidad en una sociedad que prefiere homogénea. En la segunda dibuja a un «líder» quien en vez de solucionar problemas y evitar conflictos, hace todo lo opuesto, en lo que parece ser una radiografía completa a la figura populista de Trump.

Más canciones sobre política: «Politics», «Atomic Garden», «Social Suicide», «New Dark Ages», «The Kids are Alt-Right»

SOCIEDAD AMERICANA

Como ya explicamos en el primer capítulo de este monográfico, Bad Religion irrumpió en la escena angelina en un momento en el que, tanto la ciudad como el país en general, estaban experimentando el florecimiento del snobismo y de un progreso que dejaba de lado a parte de la sociedad. La crítica social es algo que se antoja necesario en las letras de un grupo de punk rock, y en Bad Religion no iba a ser menos.

Podemos empezar este bloque hablando del tema «American Jesus», una de las pocas canciones que han escrito conjuntamente Graffin Y Gurewitz. Este tema enlaza perfectamente el tema de la religión con este que ahora tratamos, ya que fue escrito tras unas declaraciones de George Bush Padre afirmando que las tropas americanas no podrían yacer en la guerra del golfo pues tenían a Jesus de su lado. A su vez, esta canción es también un retrato irónico de la visión que tienen los Estados Unidos de sí mismos como líderes políticos.

En la misma línea sarcástica encontramos «Part II ( The Numbers Game)», con versos tan potentes y directos como » We’re a nation under God, we stand above the rest, with mighty-high technology, we’re never second-best». Existen teorías de que el juego de números no hace sino ejemplificar la larga lista de potencias que están detrás de USA y esa espera a que llegue el momento de los últimos de la fila.

Una de las etiquetas más utilizadas a la hora de definir Estados Unidos es esa de «Land of the Free», llegando a estar incluida incluso dentro de su himno nacional. Esa frase tiene su origen en un poema de Francis Scott Key escrito tras el bombardeo al Fuerte McHenry. Graffin juega con esta frase para criticar a la sociedad de California del sur en «Land of Competition», tachándola de materialista, de competitiva y de esnobista. Dejando claro que esos son los ¿valores? que se inculca a sus habitantes desde niños. En la misma línea encontramos «21st Century (Digital Boy)».

Allá por el año 2000, Bad Religion dibujaba un presente y un futuro aterrador para su nación, nación a la que alentaba a quitarse la venda de los ojos en la, no tan popular, «New America». Un año después, Estados Unidos sufriría el mayor ataque en su historia moderna, un fatídico 11 de septiembre.

La prensa, la televisión o internet, y el uso que se hace de estos medios también ha sido un tema tratado por el grupo en varias de sus canciones. Es el caso de temas como «Only Entertainment», «Television» o «I Love My Computer» donde se deja claro que pueden ser medios de alienación social para bien del líder de turno.

Más canciones sobre la sociedad americana: «American Dream», «Automatic Man», «No Control», «Change of Ideas», «Modern Man», «Television», «The Handshake» …

INTROSPECCIÓN Y REFLEXIÓN

Las canciones personales e introspectivas son posiblemente las que menos espacio ocupan en la discografía de Bad Religion, pero no por ello permanecen en la sombra. Curiosamente, varias de las canciones que a continuación analizaremos, son grandes éxitos del grupo.

Como dijimos anteriormente, Brett (con su carácter filosófico) es el encargado de componer temas que permiten quedarse en la superficie lírica o ir más allá en busca de una perspectiva más profunda. Es el caso de la famosa «You» la cual admite la interpretación de ser una historia de amor fallida, pero también la de una canción que nos habla del más allá, del paraíso terrenal. De cómo la religión idealiza y pinta nuestro estadio post mortem como algo idílico que no podremos borrar cuando veamos que no es tan bonito.

Otro de los temas más aclamados de Gurewitz es «Infected», casualmente también con varias interpretaciones. Parece bastante claro que «Infected» trata sobre una relación de amor-odio pero, ¿qué clase de relación?. Hay teorías que se apoyan en una relación terrenal entre Brett y una ex pareja. Otras aseguran que es una alegoría a la relación amor-odio que Brett tiene con Dios. Por último, otros muchos afirman que está canción dibuja la adición de Gurewitz a las drogas. Sea como fuere, estamos ante uno de los grandes temas de la banda.

Graffin también toca temas personales especialmente en varios temas de The New America (2000) época en la que personalmente vivió un divorcio que pudo claramente influenciar su inspiración a la hora de componer. «1000 Memories» es claramente el mejor ejemplo y la canción de desamor más directa de toda la discografía de la banda.

Este tipo de composiciones aparece también en otros momentos posteriores en temas como «Broken», pero se acentuándome de nuevo con la llegada de The Dissent of Man (2010) donde vuelven a aparecer canciones llenas de un sentimentalismo expresado en «Cyanide» o en «The Devil in Stiches».

Por último, encontramos esas canciones en las que más que tratar un tema en concreto, el grupo nos da una forma de ver el mundo, una perspectiva filosófica o humanística de ver cómo funcionan las cosas y dan un empujón al oyente a construir la suya propia.

Estamos ante temas que, aunque en algunos casos hayan recaído en tópicos y generalizaciones («Punk rock song»), suelen ser los que dotan de mayor personalidad al grupo. «Do what You Want» invita a tomar las riendas de nuestra vida, mientras que «Suffer» o «No Control» nos afirman que solo hay un destino para las personas y que no tenemos el control de las circunstancias que nos rodean.

«I Want to Conquer the World», nos alienta a mantenernos escépticos y analíticos delante de las diferentes corrientes de pensamiento con las que podamos encontrarnos. «The Handshake» propone dejarse de convenciones y contratos sociales y pensar por uno mismo. «Epiphany» nos hace ver que no hay revelaciones ni verdades absolutas. «All There is», con una de las frases más hermosas de la discografía: «my divinity is caught between the colors of a butterfly«, vuelve a decirnos que creamos en lo que puede verse y demostrarse, mientras que True north nos da coraje para buscar nuestro propio camino…

Más canciones sobre la introspección y reflexión: «Wrong Way Kids», «You Don’t Belong», «A Streetkid Named Desire», «Changing Tide»

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Artículo escrito por Fer Sendra y Antonio Claros.

Monográfico Bad Religion – Episodio I: Discografía

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