Hace unos días recibí un paquete en casa de mis padres. Mi padre me avisó, e intuyendo que era el nuevo disco de Minority Of One, me apresuré a ir a recogerlo con esa tonta ilusión con la que despiertan los niños el día 6 de Enero. Al abrirlo vi que, además del disco, había una breve nota manuscrita en la que el bueno de Fede, cantante de la banda, me salpicaba con pocas palabras de toda esa pasión que la gente del sur proyecta en todo lo que hace o dice. Al parecer no he sido el único que ha recibido una nota así, por lo que aún tiene más mérito y se agradece más.
Y es que éstos chicos vienen de las costas gaditanas, de esa querida tierra donde la agitación y la procedencia del viento marca el ritmo diario de la vida. Y yo pienso que en los días en que idearon y grabaron ésta referencia debieron tener violencia y calma a partes iguales, ya que la versatilidad de ritmos y colores es una de las propiedades fundamentales del trabajo.
Glory Days es el nombre del primer LP de Minority Of One, difundido a mediados de marzo de éste año. Coincidiendo con la publicación, se lanzó el videoclip de “The Cure”, uno de los temas incluidos en el disco. Ha trabajado en el proyecto Pablo Magallanes de G.A.S Drummers y ha sido mezclado en Baltimore por Brian McTernan, vocalista de Battery, que ha grabado a bandas como Hot Water Music, Strike Anywhere o Converge. El resultado es más que satisfactorio, sin lugar a dudas.
El disco se compone de 16 temas rápidos, directos y contundentes que entran como una bala. No faltan los característicos riffs melódicos de guitarra en “Endless Summer Life” o “Glory Day”, que se insertan en tu cerebro y que instintivamente, te obligarán a tararear sus versos durante horas. Otro aspecto muy positivo del disco son los acertadísimos coros que encontramos en «Five Feet And Offshore» o “Turning Point”. Hacen de estas canciones verdaderos himnos, que huelen a mar y queman en la piel. Cabe destacar la reedición de dos de los temas que formaron parte de la demo anterior, South West Coast (2012): “My Board” y “Minority Of One” han experimentado notables cambios en cuanto a sonido se refiere.
Prepárate para subir a una montaña rusa de casi 40 minutos, de melodías sencillas y viscerales, pero con ese positivismo que siempre les ha caracterizado desde los inicios de Truth Through Fight, ahora más presente que nunca en cada rincón del disco, en cada coro, en cada octava, en cada redoble… Hasta el punto que ya no tienen necesidad de transmitirlo con palabras. Se ha mimetizado con la música. Y todo ello mezclado con una gran dosis de rebeldía que no puede faltar en cualquier grupo punk que se precie.
Si te gustan Good Riddance, H2O o los anteriormente citados Strike Anywhere, deja de leer y ponte a escuchar su música. El combate cara a cara con las limitaciones del punk-rock lo han ganado de sobra.
(Con la colaboración de Julio Terror)
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