Linoleum
Cuando un concierto empieza con G.A.S. Drummers, nada puede salir mal. Si a esto le sumamos Face to Face, y rematamos la faena con Lagwagon estamos hablando de uno de los conciertos de este verano en la capital. Desde que la gira fue anunciada las expectativas fueron altas y nunca infundadas. El tridente que se podía leer en el cartel era de lujo, y en ninguno momento se podía usar la palabra teloneros. Estábamos ante un concierto con tres señores grupos. Ya solo faltaba esperar a que llegara el día.
Y el día llego. El pasado viernes 21 de julio la sala But se volvió a llenar de camisetas de Descendents, de Pennywise o de Good Riddance. Se llenó de tatuajes, de calcetines altos y de zapatillas vans. De un público (de una media de 25-30 años) sediento de punk rock al que el calor veraniego de la capital no le iba a parar su ansia por la música en directo. A decir verdad, la sala presentaba una muy buena entrada antes de que empezara el primer grupo, dato que vuelve a dejar claro que los tres grupos gustaban y mucho.
Lo de G.A.S. Drummers empieza a ser serio. El grupo ha madurado y ha tomado una dirección más adulta que la que llevaba en la época de Slide Chorus (y que tanto amamos también). Su seriedad y saber estar sobre las tablas les hace un grupo de directo. Gran concierto el que se marcaron el viernes pasado ante una afluencia de público bastante alta teniendo en cuenta la hora a la que tocaban. Esa conexión y esa felicidad que emanan mientras tocan se transmite, y ver a Dani darlo todo mientras canta (hasta acabar empapado) es solo equiparable a ver a Pablo disfrutar con su guitarra. Combinación de sonidos viejos y nuevos a la perfección. Clavando ambos y demostrando que aún están muy en forma. ¿Para cuando nuevo disco?.
Si hablamos de estar en forma, Trevor y los suyos son otro claro ejemplo. Tenía muchas ganas de ver de nuevo a Face to Face y no me defraudaron para nada (como de costumbre). Su actuación fue un torbellino donde supieron usar el tiempo que tenían para regalarnos el mayor número de temazos posibles. «Hemos venido aquí a tocar» parecían pensar. Y vaya si tocaron. Empezaron de atrás para adelante y «You Lied» y «You’ve Done Nothing» levantaron al público desde el primer segundo. Pogos, crowdsurfing y sonrisas. Tras esos dos hits del pasado el grupo nos presento uno de los temazos de su último disco, Protection (2016), «I Won’t Say Im Sorry». Especial ilusión me hacía escuchar los temas nuevos ya que no los había oido en directo aún, y la sensación fue impecable. El grupo siguió intercalando temas más adultos con los reciente creación y también sonaron «Blind», «Bent But No Broken» o «Double Crossed». El final del concierto fue apoteósico con el público en el bolsillo y dando todo en «It’s Not Over» y «Disconnected». Para mi, los triunfadores de la noche por como sacaron partido al tiempo que tenían. Alucinante.
Y por último llegó el turno de Lagwagon. Jamás me canso de verlos, y eso que esta fue mi 15ª vez. Muy buen directo y diversión. Sobretodo, diversión. Abrir con «Island Of Shame» es un golpe de autoridad y se están acostumbrando a ello. Esa es quizás la única pega que se les puede poner. Bajo mi punto de vista Lagwagon varía muy, muy poco sus setlist. Ojo, están llenos de temazos, pero si has visto al grupo muchas veces, echas en falta variedad. Sonaron muchos temas del Hoss (y eso siempre es bien), «Sleep», «Violins» o la divertidísima y siempre fiestera «Razor Burn», con la que cerraron. También sonaron sus clásicos «Making Friends», «May 16» y «Alien 8». De su último trabajo nos presentaron «Western Settlements» o «Cog In The Machine», temas con un sonido diferente que dan un toque al concierto completándolo más aún si cabe. Especialmente ilusión me hace siempre escuchar «After You My Friend» y «Falling Apart» y el viernes comprobé que no soy el único que disfruta sobremanera con ellas. Lagwagon también lo clavó, y nos hizo sudar de diversión. Transmiten un buen rollo que es difícil de igualar y ya estoy contando los días para volver a verlos.
El viernes pasado vivimos una de esas noches en las que todos disfrutamos. Una de esas noches que nos recuerdan porqué estos grupos deben seguir sobre los escenarios y porqué nosotros debemos seguir asistiendo a sus conciertos. Es tal vez esa relación recíproca la que hace que aunque pasen los años, seamos los mismos sobre y frente al escenario. Y eso lo hace aún más mágico y especial. Conciertos así hacen mucho más tolerables las calurosas noches de verano para aquellos que las sufren en la capital. ¡Gracias! .
_______________________
Una vez más tenemos que, y debemos, dar las gracias a nuestro gran amigo Roberto por cedernos las fotos que hizo en el concierto. Si queréis ver estas (a color) y todas las demás que sacó esa noche, así como todo su trabajo (que no es poco), podéis hacerlo aquí:
