Linoleum
[ Incisión : hendidura que se hace en algunos cuerpos con instrumento cortante] . Tras unas semanas inmerso en el universo del melódico, necesitaba cambiar de aires y consumir algo potente y rabioso
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El bajo y el rugir de Jordan (voz) en el primer corte, «You’re not the Same», penetra los tímpanos de manera punzante para posteriormente hacer lo propio con el cerebro. Justo lo que necesitaba. Sin tiempo para recuperarse de un chute de fuerza y actitud, «Fuck the World» te rompe el cuello. Esta vez es la batería acelerada la que asesta diez golpes por segundo y la que hace que, la rabia de un tema propio del hardcore de los 80, se adentre en tus entrañas.
Aún sin tiempo de reacción (la duración de cada tema no suele llegar a los dos minutos) llega la guitarra de «Fighting with Myself», la cual te rebana cual motosierra eléctrica. Echó un cuadro (pero disfrutando) escuchas «Repeat Prescription», con su guitarra a contra tiempo y con una voz que me recuerda por momentos a la del bueno de Keith Morris pero más cabreada y juvenil. Para cabreada, «The Fluke», un tema hardcore de los que hay que poner a todo volumen para dejar bien claro a los vecinos quién es el que manda. Funciona, creedme.
Y de repente, y en mitad una vorágine de violencia musical, aparece «Back of the Line», una mano amiga que te agarra y que suena a punk rock. Género que una vez más te salva la vida. Resucitado, disfrutas de la intimidante «First Impressions», de la extravagante «The Sweeny», y de la hardcore «Broken Home». Aún queda tiempo para «Better», un tema acústico (sí, acústico), y para la traca final con «Insecure». Solo han pasado diecinueve minutos, y lo has flipado.
Conclusión: Incisions son una bestialidad de grupo, y Bliss es la B.S.O. perfecta para esos días en los que te sientes como Michael Douglas en «Un Día de Furia». No tenía el placer de conocer a este grupo, pero no pienso parar hasta verlos en directo. Lo juro.
