Las últimas horas del pasado martes, un día gris, lluvioso e incluso frío, fueron muy calentitas. Todas y todos los que acudimos a la Wurli pudimos disfrutar de una hora y pico de calor patrocinada por los británicos Grade 2. Sudor casi en noviembre.
Las expectativas que tenía para el concierto de esa noche eran casi tan altas como la temperatura pico que se cubrió en la sala (ventiladores funcionando incluidos). Grade 2 son un grupo que está llamado a seguir creciendo a pasos agigantados, y si antes creíamos esto, después de verlos en directo lo ratificamos aún más si cabe.
La jornada comenzó con la actuación de los locales Casus Belli y su street punk de manual. Desgraciadamente, trabajar por la tarde y vivir en Fuenlabrada me dificultó poder llegar a tiempo de disfrutar de su directo. Entré en su último tema y me pareció tan potente como para interesarme en buscarlos en su próximo concierto. Así será.
Tras el parón de rigor donde el público aprovechó para fumar, ir al baño, y tomar posiciones, llegó el momento de Grade 2. El joven trío (sorprende que ya tocaran en Madrid hace cinco años, y que este año hagan diez como banda) subió al escenario con la misma fuerza y actitud con la que se bajó setenta minutos después. Y así continuó todo el concierto.
Empezar con «Pubwatch», «Tired of It» y «Graveyard» deja claro la fuerza de este grupo. Capaz de pasar de cero a cien en tres acordes y medio. Y, por ende, lo mismo pasó en el público. Como si de una bomba se tratara, el comienzo de «Pubwatch» activo al personal que comenzó a formar pogos y botar con la misma intensidad que quienes estaban sobre el escenario.
Los cambios de posición y los duelos de voces entre Sid y Jack son alucinantes. El escenario de la Wurli es coqueto, pero estoy seguro que este trío es capaz de llenar escenarios gigantes solo con su música. Se comprobará en un futuro, Grade 2 están llamados a tocar en plazas mayores.
Uno de los momentos de la noche (creo que en mitad de «Murder Town») fue cuando Sid y Jack decidieron hacer un Manequin Challenge mientras la batería seguía sonando y el público lo daba todo. Otro fue el momento más álgido del directo, cuando la banda tocó «Parasite», «Dover Street» (coreada hasta la saciedad) y «Bowling Green Line». Tremendo conjunto de temazos.
Para ese momento, todos estábamos entregados pero aún dio tiempo a disfrutar de «Midnight Ferry», «Turning the Tide» y «Only Ones I Trust», canción que también hizo que la sala estallara. Grade 2 son un grupo honesto y como tal, dejó claro que no iban a hacer el paripé de los bises y cerraron con «Under the Streetlight» de una manera pletórica.
Personalmente salí del concierto encantado. Las expectativas que tenía se vieron sobrepasadas, y mereció la pena mojarse un poco para disfrutar de un concierto con mayúsculas. Por poner un pero, eché de menos escuchar «It’s a Mad World, Baby» pero es que, Grade 2 ya dispone de un abanico tan amplio de temas que es imposible escuchar todos.
Aún quedan tres fechas más por el norte de la península. No os lo penséis. Acudid al calor de Grade 2 y su directo, vuestro cuerpo os lo agradecerá.