Linoleum
Todos tenemos un pasado y ese pasado tiene banda sonora. Y a veces (por extraño que parezca) esa música que nos ha acompañado e influido en nuestra vida no tiene nada que ver con el punk rock y sucedáneos. Incluso el pasado de los que escribimos en este blog (y a veces el presente) tiene ligeros toques que aportan variedad y heterogeneidad a nuestro día a día. En CMFFGP, lejos de avergonzarnos de esas pinceladas de variedad, nos lanzamos a compartirlas con vosotros. Supongo que os sorprenderéis de lo que viene a continuación. De eso se trata!
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LINOLEUM
Si tengo que pensar en tres discos que me han influido y que son ajenos a lo que hoy en día es mi estilo musical por antonomasia, el primero que me viene a la cabeza es Tubular Bells II (1992) de Mike Oldfield. Esta fue, posiblemente la primera cinta que compré en mi vida. Compañera inseparable en los largos viajes en bus en excursiones con el colegio y siempre estaba en mi walkman. Música en su estado más puro y una delicia para los oídos.
Ya en el mi primer año de instituto hubo un disco que me cambió la vida: (What’s The Story) Morning Glory? (1995) De Oasis. Escuché «Wonderwall» y me enamoré. Oasis fueron mi grupo favorito durante varios años, teniendo la suerte de verlos en directo un par de veces en aquellos maravillosos años. En su momento. Aún conservo con cariño prácticamente toda su colección de discos originales.
Y por último, hay una joya en mi colección que no mucha gente conoce y que desde aquí recomiendo inmensamente, Cocoon Crash (1998) de K’s Choice. Un disco redondo, precioso y que no dejará a nadie indiferente. A resaltar la preciosa voz de la cantante de este grupo belga que siempre tendrá un rincocito asegurado en mi corazón. Ideal para noches tranquilas y para tumbarte en la cama a meditar sobre el día a día.
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DIEGOCENTRICO
Si tuviera que resumir mi infancia con un disco, que aún a día de hoy me sigue encantando sin duda sería el Básico 2 de Revolver. Siempre le pedía a mi padre que pusiera esa cinta cuando teníamos un viaje largo. Pop rock bien ejecutado y con sección de instrumentos tradicionales que es una delicia.
En los últimos tiempos, en mis largas noche de insomnio, me suele acompañar un disco que me sumerge en una burbuja especial: el Agaetis Byrjun de los islandeses Sigur Rós, que además del misticismo del que continuamente te impregna, tiene algo narcótico que me ayuda a descansar física y mentalmente.
Y a la hora de trabajar, recientemente he redescubierto Paranoid de los legendarios Black Sabbath. Me ayuda a sentirme mucho más eficiente, a concentrarme más en lo que hago … y creo que es por la abrumante magia que desprende. La sección rítmica es demoledora, y todos los temas tienen un sabor ácido que me ayuda a comprender mejor en la época que fue compuesto.
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ALEALEJANDRO
Bebo y Cigala – Lágrimas Negras: Nunca pensé que pudiera llegar a gustarme el flamenco (el de verdad) y menos con fusión de música cubana. Pero para mi (y por esto me amenazarán) es el mejor disco de habla hispana jamás producido.
Portishead – Live Roseland NYC: descubrí la canción «Glory Box» por una película de Bertolucci y la rayé hasta la saciedad, luego descubrí cada uno de los discos de esta banda de trip-hop británica y los rayé aún más.
The Prodigy – The Fat Of The Land: nunca me he enganchado a la electrónica, por muchas fiestas a las que haya ido, pero si realmente alguien tiene que hacer la transición del rock a la electrónica, The Prodigy es tu grupo y este tu disco.
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PATXI
El primer disco, en este caso cassette, y artista más concretamente que me viene a la memoria y que marcó los primeros años de mi vida es Antonio Molina. El tío cantaba con una voz que era impresionante, se tiraba un rato largo con una vocal como si tuviera una bombona de aire. Una canción que me quedó para siempre es «El Cristo De Los Faroles».
Otro disco que tengo grabado a fuego es, sin duda, el Unleashed In The East de los Judas Priest, que fue lo primero que mis oídos escucharon con algo que nunca había oído: heavy. Me voló las pelotas. El inicio lo tengo en la sangre, la canción se llama «Exciter», y seguramente habré hecho air-guitar más veces que muchos que dicen llamarse heavies.
Y si tengo que decir otro disco que me marcó, que me gusta y que me sigue haciendo mover los pies es Bonnie M. Mi tío Julio tenía una cinta en la que salía «Daddy Cool». La línea de bajo me dejó noqueado. Brutal. Luego ya fue verle en la televisión y quedarme sin palabras. Soy el fundador de la iglesia de Bonnie M. Que «San» Bobbie Farrel os cuide.
