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El punk y el hardcore salvaron al Download 19

Esto es así. A pesar de ser unos géneros cada vez más denostados por los grandes festivales y permanecer cómo segundo plato, el ambiente en aquellos escenarios (generalmente los pequeños) donde sonaban acordes punk o hardcore era insuperable. No importaba la hora ni el calor, era ahí y entonces dónde estaba la fiesta. Sobra decir que esos escenarios y esos grupos fueron nuestra hoja de ruta a seguir. También sobra decir que cada uno hace del festival su propia experiencia y que yo voy a escribir en esta crónica sobre los grupos que realmente me llenaron. Dejando esto claro, vamos al lío.

Esta edición será recordada por aquella en la que el calor quiso ser un fan más y hacer acto de presencia de manera excepcional. Temperaturas que superaron los cuarenta grados no pudieron con todos aquellos amantes de la música que se embadurnaron de crema solar y se camuflaron entre gorras, gafas de sol, pañuelos y un sin fin de protecciones improvisadas. También será recordada por la edición de los recortes; olvidaros del césped artificial que tan bien venía para sentarse otrora. En esta ocasión sentarse en el suelo era tarea de valientes, y aquellos y aquellas que lo eran, no apoyaban la cerveza en el asfalto a sabiendas de que ardería en cuestión de segundos. Tampoco vi ningún programa, no sé si existirían o no.  También se prescindió de vasos reutilizables, aunque muchos optamos por recargar la bebida en los de plástico de toda la vida igualmente.

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Viernes 28:

Musicalmente hablando, me dolió no llegar a Comeback Kid pero su hora de actuación es otro ejemplo del «maltrato» al género; un viernes a las 18:20. Todo genial. Mi primer concierto en el festival fue Papa Roach. Entrar al recinto y escuchar «Between Angels and Insects» fue alucinante y me trasladó a la época universitaria en Salamanca. Aún así, tras escuchar un par de temas más me dispuse a cumplir mi primer objetivo serio de esta edición: Turnstile. Su Time & Space fue uno de los discos hardcore del año pasado y les tenía muchas ganas. No defraudaron para nada.

Gran ambiente, gran sonido y mejor actitud. Los riffs potentes de «Generator» (con este título nada puede salir mal) se encargaron de abrir el show. Sobre el escenario unos músicos con look noventero y un sonido que nos trasladaba al Festimad 2005. «Real Thing» y «Big Smile» iban prácticamente de la mano, y los temazos se sucedían uno tras otro. También sonaron temas más antiguos como «Canned Heat», «7» o «Keep It Moving». La encargada de cerrar la velada fue la grandiosa «Gravity», dejándonos con ganas de mucho más (y con dolor de cuello de tanto headbang). El Download 19 acaba de comenzar.

Acto seguido, y en el mismo escenario, Me First and the Gimme Gimmes se disponían a cambiar el hardcore por la fiesta bailonga. Su (ya rotativa) formación contaba en esta ocasión con Stacey Dee (Bad Cop/Bad Cop) y con CJ Ramone como novedades principales. Lo que no fue ninguna novedad fue la batería de versiones divertidas y punkrockeras que nos ofrecieron. En esta ocasión hay que dejar claro que la voz de Spike sonó bajísima y que eso, especialmente en Me First, es una gran error.

El concierto comenzó con «Believe» y con «Heart of Glass». Daba la impresión de que el público, enormemente feliz por la marcha del sol, tenía ganas de bailar con «el fresco» de la noche. «Jolene» o «Who Put The Bomb» siguieron caldeando el ambiente, hasta que llegó el momento de Uke Hunt. Spike sacó su ukelele y nos ofreció un (leve respiro). Tras este descanso, «Leaving on a Jet Plane», «Summertime» o «Over the Rainbow» volvieron a desatar la locura. «I Will Survive» fue uno de los momentos del viernes, y «End of the Road» un broche final perfecto.

Sábado 29

El sábado había dos citas ineludibles y ambas se solapaban ligeramente: The Baboon Show y Berri Txarrak. Los suecos no paran. No importa que los haya visto con anterioridad, siempre me sorprenden. La capacidad que Cecilia Boström tiene para transmitir el mensaje de sus canciones, para derrochar actitud sobre el escenario y para conectar con el público vale el precio de la entrada. Temas como «You Get what you Get», «Me Myslef and I» o «Same Old Story» son ya himnos dentro del género. El público disfrutó (una vez más) de un potente directo y de (otra) bajada de Cecilia al público demostrando que hay momentos en los que la unión es total. Obviamente también disfrutamos con dos de sus mayores éxitos, «You got a Problem without Knowing it» y «Radio Rebelde». Otro bolazo de otro grupo considerado menor dentro del cartel.

Por su parte, Berri Txarrak llegaron al Download dentro de su gira Ikusi Arte casi como un aperitivo de lo que será su último concierto en la capital el 9 de noviembre en el Wizink Center, (ellos mismos se lamentaron de la brevedad de los conciertos en los festivales), no sabemos si en un futuro volverán a los escenarios, la realidad es que se despiden celebrando su veinticinco aniversario como banda en uno de los momentos más altos de su carrera. Centrados sobre todo en los álbumes Infrasoinuak y Jaio.Musika.Hill, su show fue una apisonadora gracias a la comunión con el público, entregado desde la primera canción ayudado en parte por el excelente sonido del escenario 2. Entre otros los asistentes disfrutaron con «Ikasten», «Zertaraku Amestu», «Hozkia» o «Ez dut Nahi». También tocaron «Denak ez du Balio» y al final la increíble versión de El Columpio Asesino «Toro».

Siempre es alucinante ver cómo suenan estos tres músicos tan grandes y a la vez tan honestos. Todo lo sucedido es más merecido y les echaremos mucho de menos. Los volveremos a ver en un mes, esta vez en el Tsunami Xixón porque nunca es demasiado.

Domingo 30:

Tras dos días de festival, el domingo me levanté con más fuerzas y ganas que el propio viernes. Para mi, era el día D. tenía muchas ganas de ver a varios grupos ese día y ni el cansancio acumulado de las jornadas anteriores, ni el calor, iban a poder conmigo. Hablando de calor, Bala y su inflamable directo se llevaron la palma del domingo. Eran las 18:45 (cambio en el horario incluido) y Bala saltaban al escenario. Los cuarenta y tres grados que castigan duramente al resto de mortales, no pudieron con un público que arropó a las gallegas a horas intempestivas. El grupo anda inmerso en la grabación de su nuevo disco y este era su primer concierto en nueve meses. También su única fecha en la península este año. El calor era lo de menos.

El sonido que este duo gallego consigue en directo es aplastante. Impresiona ver cómo un escenario bastante grande parece comerse físicamente a ambas integrantes (esta vez más separadas una de otra que en otras ocasiones) es, a su vez, llenado y cubierto a la perfección por su sonido. Rabia, gritos y actitud. «Colmillos», «Human Flesh y «Vitamina» dejaban a muchos boquiabiertos. Si alabo al público por aguantar estoicamente las altas temperaturas, debo hacer lo mismo con el grupo, quien recibía el sol como un guantazo en la cara. La batería entre grito y grito soltó algún «qué puto calor» lleno de rabia. Tuvimos la suerte de escuchar un tema nuevo de su próximo disco y de ver cómo se vaciaron en el escenario. Todo un lujo.

Si Bala derrochó actitud, no sé como etiquetar lo acontecido con Fever 333. Quizás una manera gráfica de hacerlo sea calificar su actuación como un coctel molotov apunto de estallar. La puesta en escena con el cantante encapuchado me recordó muchísimo a aquella de Rage Against The Machine en Getafe hace ya años, y es que Fever 333 tiene momentos muy Rage Against. Saltos, volteretas, guitarras voladoras, sillines de batería que tocan el cielo y energía sin fin son los ingredientes de este espectáculo musical llamado Fever 333.

La locura empezó con «Burn it» y continuo con «We’re Coming In». A lo largo del concierto los fieles y aquellos que estaban allí por curiosidad se iban contagiando de la energía que había sobre el escenario formando algún tímido wall of death y saltando sin parar. El cantante nos regaló uno de los momentos de este Download cuando decidió dejar el escenario y subirse encima de una caseta situada a unos cinco metros del mismo para cantar desde allí el tema que sus compañeros seguían interpretando en el escenario. Alucinante. Fever 333 fueron sin lugar a dudas uno de los triunfadores de un gran domingo. Y aún quedaban platos fuertes.

Justo después de tremendo directo, llegó la hora de The Interrupters. Era la primera vez que visitaban la capital y eso se notaba en las ganas de un público impaciente y con ganas de fiesta. Si tengo que resumir este concierto en pocas palabra me bastaría con decir «buen rollo». Increíble ambiente el que se vivió desde que sonaron los primeros acordes de «A Friend Like Me» hasta que se coreó «Family». Entre medias, el público cantaba todas y cada una de las canciones que iban sonando sin excepción; «By My Side», «She Got Arrested», «Take Back the Power» … mientras se sucedían pogos bailongos e incluso circles pits concurridos. Es sorprendente pensar que prácticamente todos los temas que tocaron son éxitos totales.

Tampoco faltaron «On A Turntable», el single del momento «Gave You Everything» o la gran «Title Holder». El grupo se permitió el lujo de tocar «Timebomb» de Rancid precedida de conatos de versiones como las archiconocidas «Linoleum» (Nofx) o «She» (Greenday). La fiesta estaba en su momento más álgido cuando sonó «She’s Kerosene» y todos nos volvimos locos. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto de un festival, ojalá nos visiten pronto y toquen en sala porque eso debe ser otro cantar.

Totalmente empatado y extasiado me dispuse a volver a ver a Sum 41 más de quince años después. La primera (y única) vez hasta la fecha tuvo lugar en la (por aquel entonces llamada) Sala Arena. Creo que fie en 2002, presentando All Killer, no Filler (2001). Tengo que reconocer que aunque tenía muchas ganas de este concierto, también tenía mucho miedo. Y no creo que fuera infundado.

Los problemas (ya superados) de Deryck con sus acciones, las idas y venidas de los integrantes del grupo y todo lo que les rodeaba me asustaba. Menos mal que mis miedos se disiparon en cuanto pude escuchar los primeros acordes de «Motivation» desde la distancia. El grupo parece estar en su segunda juventud y nos regalaron un señor concierto repleto de himnos como «Hell Song» , «88» o la impresionante «No Reason». Ni mis mejores expectativas contemplaban un directo tan potente donde la vuelta de «Brownsound» es la clave de todo. Mucho coqueteo con un metal afilado en solos alucinantes de guitarra y mucha tralla.

«Walking Disaster» o «Over My Head (Better off Dead)» me transportaron a otra época y me sorprendieron por su sonido fresco. Sum 41 incluso versionó a Queen tocando una acelerada «We Will Rock You». Si para ese momento había alguien que aún no estaba convencido de su vuelta, el grupo tiró de su tridente más mítico para cerrar el concierto: «In too Deep», «Fat Lip» y «Still Waiting». Inmensos y recuperados para la causa.

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Aquí acaba nuestro resumen de un Download que, aunque con serios recortes, supo ofrecer alguna alternativa a la inmensa ola de calor que afectó a los allí presentes. En términos generales la organización ha cumplido evitando colas en barra, y logrando que los accesos a las entradas y salidas al festival fueran bastante fluidos.

Por nuestra parte pedir perdón por las fotos, pero el festival no tuvo a bien aceptar nuestra petición de pase de prensa y se ha hecho lo que se ha podido. Nuestra intención es intentar cubrir los conciertos y festivales a los que vamos de la mejor manera posible, y aunque sin fotos de calidad, esperamos haber estado a la altura de lo que os merecéis todas y todos los que nos leéis.

Hoy Es un Día Más

IVS – Serenity, at Long Last … (Ep)