De un tiempo a esta parte, e impulsado por varios sellos discográficos centrados principalmente en este género, el skatepunk está de vuelta. Chaser representan uno de esos grupos que vuelven a incitar a los treintañeros a desempolvar sus patines y a poner en riesgo sus ya oxidadas extremidades a ritmo de tupatutupa, melodías y velocidad relativa. Algo un poco arriesgado, pero factible.
Sound the Sirens es el primer Lp de Chaser en ocho años. Ellos también ha desempolvado sus guitarras, bajos, baterías y micrófonos y, tras tres trabajos totalmente DIY, fichan por Effervescence Records y sacan un disco que, sin hacer ningún truco nuevo, sí clava los ya conocidos y hechos por el resto de participantes en esta competi. Su posición en la misma está en la parte alta de la tabla siendo, para muchos de los jueces, campeones de este 2018. Por mi parte, están situados en el top tres, a espera de nuevas participaciones. Veremos a ver qué pasa de aquí a finales de año.
El disco es un trabajo redondo. Bien producido, bien publicitado y bien organizado. Los temas se intercalan entre sí haciendo que la primera escucha sea agradable y que se llegue hasta el final. Durante ese trayecto, y cómo bien dije antes, reminiscencias de otros dinosaurios del género van y vienen entre woas y woes, hasta el punto de que el corte que cierra el álbum se titula «Woe Song», un tema que en su comienzo me huele a NoFx, pero que luego se torna Pennywise. Engancha y estoy seguro que en directo es una gozada. A decir verdad, ¿cuántos «Bro Hymns» hay ya?.
A la hora de destacar algún tema, lo tengo bastante claro: «Nightmares» es, sin duda alguna, la joya de este disco. Melodías perfectas, cambios de ritmo y coros que van y vienen. Es un tema que define al grupo a la perfección y que no recuerda a ninguna otra banda. Entiendo que muchos de estos grupos toman como influencia el sonido de grandes del género (cosa lógica), pero es cierto que hay veces que las similitudes son tan próximas, que la cosa pierde gracia. Un ejemplo de esto último aparece en el corte número dos, «At What Cost», donde Sum 41 se aparecen cual espectro en frente del espejo, dejando claro que su tema «Still Waiting» es un referente. Si esto es así, se dice y no pasa nada. Lo mismo sucede con «Bonfire», dadle al play, cerrad los ojos y … pensad en Useless I.D. … ¡Sorpresa!.
Chaser y su Sound the Sirens han conquistado a un público al que se le critica de no evolucionar. Tal vez por eso, es fácil dar con la tecla, y este Sound the Sirens lo hace. Es un buen disco, aunque no invente o innove nada nuevo. En su favor hay que decir que si la teoría es tan fácil, ¿por qué no tantos grupos llegan a ser capaces de ponerla en práctica?. Estamos ante buenos músicos con buen gusto, y eso se nota. Chaser han vuelto y con ellos muchos skates que estaban pillando polvo en algunos altillos. Tened cuidado, ya tenemos una edad.