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«Alguien tiene que hacerle hablar o morirán»

¿Hasta dónde llegarías por encontrar a tu hija?. Quizá esta es una de las premisas más explotadas por el séptimo arte y un recurso que a mi juicio, no promete demasiado. Decidí ver «Prisioneros» primero por el reparto lleno de caras conocidas, y segundo porque el trailer me decía que no iba a ser el típico thriller mil y una veces visto (por una parte sí, por otra para nada).

Keller Dover se enfrenta a la peor pesadilla de un padre. Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija? .

La película se sostiene sobre todo por dos cosas: por un guión bien escrito con unos personajes bien definidos. En primer lugar, Hugh Jackman, que sostiene con credibilidad el papel de un padre y marido que hará lo que sea por recuperar a su hija (y lo hace) pone el punto dramático y desesperado a la trama, y un  Jake Gyllenhall que realiza uno de sus mejores trabajos y unos de los personajes del año en 2013 (extraño que no estuviera nominado a los Oscars). El resto de secundarios también está a un nivel excelente, sobre todo Paul Dano que dibuja un personaje siniestro y oscuro a partes iguales.

El acierto de la película es su aire realista. La película no se excede en detalles violentos o gore ni en ofrecer un final espectacular ni enrevesado, sino que se centra en usar ese mismo ambiente realista y en narrarse a modo lento… y sorprenderse con cada revelación.

Esta a la altura de otros thrillers como Seven, Zodiac o Mystic River, así que no quiero destripar más la trama. Vean la película.

Saludos

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