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2024: treinta años del Big Bang

1994 comenzó de una manera premonitoria en la costa oeste de Estados Unidos. El día 17 de enero se produjo un fuerte terremoto que dejó más de cincuenta víctimas mortales y unos nueve mil heridos. Al mismo tiempo, en Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional se alzaba en armas contra el gobierno mexicano, dejando claro que iba a ser un año convulso.

En el plano musical, 1994 iba a ser eso mismo; un terremoto y un alzamiento de un género que iba a sobreponerse al resto, abriéndose paso en el mainstream, y permitiendo que miles de aficionados a la música coquetearan con un género que hasta entonces había permanecido alejado de las grandes masas: el punk rock.

Do you remember when this was
All still new and exciting?
When new bands and records weren’t lame
And skateboarding meant everything

«1994» – After the Fall

Mientras que el conflicto entre Sarajevo y Serbia estallaba, California se convertía en la capital mundial del punk rock. Unos jóvenes Green Day lanzaban el 1 de febrero Dookie, y tiraban la puerta con una fuerza excepcional. Ayudados por la explosión de canales de televisión como MTV, «Basket Case» o «When I Come Around» se convertirían en hits internacionales.

Todos los que por aquel entonces nos encontrábamos en la adolescencia empezamos a coquetear con ese sonido que daba un aire de rebeldía necesario para la época. Y casi sin tiempo para aprendernos las letras de las canciones, una sucesión de álbumes (históricos hoy en día) veían la luz cual explosiones del Big Bang.

El 8 de abril de 1994, día en el que se encontraba el cuerpo sin vida de Kurt Kobain, Offspring lanzaba Smash, un disco que significaba el sorpasso del punk rock al grunge, género que, en cierto modo, moría con el líder de Nirvana. Todas y todos somos capaces de recordar las rastas de Dexter Holland en el vídeo de «Self Steem», y de tararear ese «lalalalala, lalalalala…».

Foto por: Linoleum

El año continuaba sin dar tregua y Ayrton Senna marcaba la curva de Ímola como un lugar eternamente maldito. En mayo, Nelson Mandela encaraba las primeras elecciones democráticas de Sudáfrica como presidente mientras se cocinaba otro de los grandes disco de ese año; el Let’s Go de Rancid.

Justo un día antes de que Rancid lanzara su segundo disco, Lagwagon hacía lo propio con Trashed. En un año en el que la discográfica Epitaph, capitaneada por Mr. Brett, lideraba las ventas, Fat Wreckchords (Fat Mike) también quería su trozo de pastel.

El año avanzaba a un ritmo frenético y en julio se alcanzaron los 47º a la sombra en Murcia, estableciendo un récord que hasta entonces parecía imposible. Imposible parecía también, mantener el ritmo musical tras una primera parte de año impresionante, pero nada más lejos de la realidad. Ese mismo mes, NoFX publicaban su Punk In Drublic destrozando todas las previsiones posibles y ofreciéndonos una colección de clásicos que ya están en el corazón de todas y todos.

Ese fue un verano de punk rock, skate y sol. Y duró más de lo esperado gracias a que los padres del punk rock americano, Bad Religion, publicaron su octavo álbum de estudio, Stranger Than Fiction, el 30 de agosto de 1994, alargando así un verano de ensueño.

Green Day & Offspring opened the door
It was the summer of ’94
NOFX & Lag Wagon toured
Back in the summer of ’94
Bad Religion logos galore
Back in the summer of ’94
Nothing’s impossible; that was the score
It was the summer of 1994

«Summer of ’94» – Venerea

Sin embargo, no todo era California. En Suecia (las antípodas climáticas de la Costa Oeste), un pequeño sello llamado Burning Heart iba a hacer cosas muy grandes. Con Millencolin como su buque insignia, lanzó en octubre el Tiny Tunes, primer disco de Nikola y los suyos que, posteriormente fue rebautizado como Same Old Tunes debido a temas legales con Warner Bros.

La última gran explosión del curso del 94 tuvo lugar a primeros de diciembre. RKL, lanzaba Riches to Rags y dejaba claro que era un grupo avanzado a su época.

Tampoco podemos dejar pasar otros muchos discos que arroparon a estos gigantes de los que ya hemos hablado, y que hicieron que este año fuera mágico son; Down by Law – Punkacademyfightsong, Guttermouth – Friendly People, No Fun At All – No Straight Angles, Ten Foot Pole – REV, Strung Out – Another Day in Paradise, Blink 182 – Buddah, MXPX – Pokinatcha, o Satanic Surfers – Keep Out!. Entre otros.

Por todo esto, y por una eclosión de factores que convergieron en el mismo espacio y tiempo, 1994 marcó un antes y un después en la historia del punk rock, siendo el año en el que explotó la última gran ola del género que influyó a toda una generación. A nuestra generación.

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