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Violets – Maybe This

De siempre, mi color favorito ha sido el amarillo. Muy hortera y cantoso, cierto. Quizás por eso (y porque el 75% de mis camisetas son de color negro) me pasé al lado oscuro. Tras una época monocroma ando seriamente planteándome cambiar (de nuevo) de favorito, y  si me dejo guiar por las sensaciones, el ritmo y la influencia que pueda tener en mi … me quedo con el violeta. Violeta de Violets. Violets de grupazo. Al final, todo encaja.

Pocos esperábamos noticias de Momo y Glory, las Thelma y Louise del punk rock estatal, pero hace unos meses la noticia saltó en las redes sociales: habían vuelto, con un single nuevo y un futuro disco bajo la manga. A partir de ese momento las expectativas (al menos las mías) se elevaron como el arco iris deseando que este se tiñera de violeta y que nos pintara a todos de nuevo como ya lo hizo allá por el 2012 con su disco homónimo. Pues bien, la espera ha merecido la pena y las expectativas (al menos las mías)  se han superado con creces. Maybe This es de lo mejorcito de lo que va de año; fresco, variado y pegadizo.

El disco comienza con «Six» tema que parece el punto y seguido a «Deaf Ears» el último corte de su disco homónimo. Parece como si nada hubiera cambiado, esos ritmos punk rock que tanto amamos, esas partes a dos voces femeninas que nos encandilan y esos ritmos que se nos pegarán, posiblemente, durante los próximos seis años. «Too Busy» me lleva a los Distillers del Coral Fang. A la tralla unida a la melodía. Al séptimo cielo. Sin embargo, no todo es punk rock, y este es uno de los puntos fuertes del disco: su variedad. «Hold On» es la primera pista que se desmarca del camino trazado para coquetear con nosotros mediante un medio tiempo precioso y sugerente. Killer Barbies estarían muy orgullosos.

Pero ojo, no conviene relajarse, ya se sabe que «las chicas son guerreras» y esto queda patente en «War», una canción peleona como su propio nombre indica. Más gamberra y rasgada que muchas de sus compañeras, coquetea en algunos momentos con el hardcore más sutil sin dejar de lado esa suavidad que encandila a propios y a extraños. Y así llegamos a lo que, para mi, es el punto álgido del disco: la dupla formada por «A Little Bit» y «No Signs, No Time». La primera es mi tema favorito. Imposible permanecer quieto al escucharla, imposible no esbozar una sonrisa al llegar al ritmo de su estribillo. Preciosa y punto. La segunda, el himno de este disco. La cara B que será amada por aquellos entendidos de tonos violetas. El ojito derecho de papá.

Tras estos dos temazos encaramos la parte final del disco con «Prisions» un tema que, tal vez sin motivo aparente, me recuerda a Dover (siendo esto en mi caso positivo), ¿A alguien le ha pasado lo mismo?. Soy todo oídos. «Better Without Me» y «Around Me» despiden el disco cada una a su manera, dejando claro que el grupo no se quiere cerrar a una sola influencia y hacerlo fácil. Por un lado guitarras noventeras. Por el otro melodías más cuidadas y limpias. Por un lado la huída en primera persona, por el otro la pérdida de quien sufre esa partida. Ying y yang, cara y cruz, norte y sur. Así cierra Violets un disco que permanecerá en nuestros reproductores por mucho tiempo y que desde ya os recomendamos a todas y todos. ¿Cuál es vuestro color favorito?.

 

 

Que Dios nos perdone. O mejor, que no mire.

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