Jules
Hace meses de la publicación del disco del cual os voy a hablar hoy. En su momento, por ausencia de tiempo, no puede escribir sobre él y fui dejando estas líneas, aun sin escribir, en el olvido, lo cual no implica que no lo haya escuchado hasta la saciedad durante este periodo. Hoy, por casualidad, volví a poner el último álbum de URA y me dije: «¡Que demonios! ¡Voy a dedicarle unas palabras!». A todas luces, sería un despropósito que tal referencia no se hallara en nuestra sección de discos. Como breve presentación del grupo, diré que hacen una música rollo crust con matices melódicos y creando, a su vez, atmósferas oscuras alrededor de una voz ultrarrasgada.
El álbum abre con un preludio titulado «El principio». Poesía instrumental que actúa creando un clima de relajada tensión e incertidumbre plena. Personalmente se me hace un poco larga esta introducción, soy demasiado impaciente, no lo puedo evitar. La incertidumbre vuela de un plumazo cuando comienzan los primeros acordes de «Cometiendo errores» y, sobre todo, cuando se vislumbran las primeras palabras, «Así lo siento, así lo creo», las cuales anticipan que se aproxima un discurso fruto de la honestidad. Tras una cortina de ritmos veloces y medios tiempos, se esconde una forma de ver el ámbito punk, mucho más allá de la música. Ser consecuentes con nuestras ideas, a menudo nos conduce a cometer errores, los cuales debemos asumir.
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El siguiente corte, «La raíz», aborda la problemática existente con las religiones. Desde estos organismos dogmáticos se utiliza la idea de entes todopoderosos con el fin de imponer su poder a través del miedo. Resultan bestiales los continuos cambios de ritmo que emplean sin distorsionar la unidad de la canción. Y hablando de cambios de ritmo, en la canción posterior, «Multitud sin nombre», relajan notablemente el tempo. Esta variación en la cadencia viene acompañada por una interesante reflexión acerca de la individualidad y el recelo a relacionarse en sociedad.
Por último, y como colofón al álbum, dejan de lado el castellano y emplean el inglés como idioma para «Contempt for life». De nuevo velocidad y rabia se apoderan de la situación, y son lanzadas como denuncia hacia ese sector degenerado de la sociedad que considera que la tortura, y posterior asesinato de un ser sintiente, está justificado para su ocio.
Conclusiones: cinco temazos con mucha caña, a toda pastilla y que incluyen gran compromiso contra la discriminación en sí misma. Así que, consigue este disco en tu formato preferido, reproduce el soporte y déjate transportar por URA entre violentos giros y sutiles oscilaciones.
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