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The Flatliners- Inviting Light

Tengo que reconocer que la primera vez que escuché el nuevo disco de Flatliners jamás imaginé que terminaría haciendo una reseña de él, pues apenas me causó interés. ¿No nos pasa a todos los amantes de la música que esper ansiosos un nuevo álbum y no es lo esperado? ¡Ajá! Pues esta fue la primera sensación que me produjo Inviting Light, el trabajo más reciente de los canadienses. Pero en el fondo algo tenía para hacerme volver a darle al play. Fue entonces cuando me di cuenta que este era un punto de inflexión en la carrera de la banda y como seguidor de la misma creo que se merecen algo más que unas palabras. Por ello estoy sentado ahora frente al ordenador.

Inviting Light es la calma tras la tormenta que supusieron Cavalcade (2010) y Dead Language (2013), dos álbumes que llevan años resonando en mi cabeza y que siempre están muy presentes en mi día a día. Todos teníamos claro que en 2013 perfilaron aún más su sonido y sin dejar de lado el punk rock comenzaron a tantear sonidos más cristalinos y limpios. Ya podíamos hacernos una idea de por donde iban a ir los tiros, pero desde luego han conseguido ir más allá. Y es que lo lógico en una banda de este nivel es tener un par de discos de transición entre un sonido y otro pero si estos últimos cuatro años han servido de algo para los de Rise Records es para asentar una nueva poética de composición y unas bases muy claras en su nuevo trato al sonido de la banda.

Para disfrutar al completo este disco hay que olvidarse de los viejos Flatliners y entender que ahora trabajan con una sensibilidad diferente. ¿Se han hecho mayores? No creo que sea eso. A lo que me refiero, hablando claro, es que han desaparecido los maravillosos trucatruca y las locuras técnicas, así como la velocidad. En su lugar tenemos melodías cuidadosamente escogidas, punteos melodiosos y ritmos infinitamente más suaves. En definitiva, caminan en una dirección muy diferente a lo antes visto. Algo ha cambiado en la banda y su público está más dividido que nunca. Hay quienes se han negado en rotundo a aceptar el cambio de la banda y prometen no volver a escucharlos (lo que se encuentra un en YouTube) y otros, en cambio, entre los que me incluyo, que intentan valorar su trabajo y rescatar la parte más positiva de todo ello. Con Inviting Light hemos perdido a los Flatliners más rapidescos y agresivos pero hemos visto nacer a una armoniosa y sincera faceta de los canadienses.

En lo que respecta a los temas que conforman el disco hay que destacar que la gran mayoría trabajan un sonido muy similar, pero especialmente me quedo con «Hang My Hand», «Indoors» y «Human Party Trick». Aunque son muy similares otros tantos como «Nicotine Lips», «Infinite Widsom» o «Wedding Speech». Hablamos de temas muy tranquilos con guitarras muy melódicas y con la característica y desgarradora voz del Sr. Cresswell, que consigue que todo empaste con mucha naturalidad y te llegue de una forma muy peculiar. Mención especial a «Unconditional Love», «Chamaleon Skin» y «No Roads», los temas más suaves e indies del disco. Porque sí, The Flatliners han coqueteado con el indie de una forma muy interesante. Es increíble cómo pueden cambiar de registro de un disco a otro y conseguir sonar auténticos en todas sus variantes.

Para concluir me gustaría decir que es un disco digno de darle una oportunidad, por muchos detractores que pueda tener o por mucho que uno pueda amar el hardcore melódico y el punk rock. Por ello os invito a todos a escuchar Inviting Light, la versión más íntima de los canadienses y probablemente, el cambio más grande en la historia de la banda.

The Flatliners en un nuevo estado, pero en estado puro.

Belvedere + Melting Fast @Razzmatazz 3 (Barcelona)

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