Anthony Anzaldo tocando con Ceremony.
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Still nothings moves you (away from hardcore): una historia de versatilidad, por Anthony Anzaldo

Aquellos que me conocéis personalmente sufristeis y soportáis aún hoy el mal sabor de boca que me dejó «The L-shaped Man», el último trabajo que Ceremony sacaron el año pasado. Como fan acérrima del cuarteto californiano sabía que algo estaba fallando: la evolución musical es una de las mejores bendiciones que le pueden caer a una banda, un signo de madurez y de enriquecimiento único que lejos de confundir al público ha de servir como prueba robusta de la calidad del conjunto. Precisamente de ahí viene mi desilusión con este trabajo: líneas simples, vacías, de primero de Joy Division… una lástima, claro. Un dolor, imaginaos.

Pero como ya he dicho, sabía que algo estaba fallando, que algo me estaba perdiendo, que pasaba por alto un detalle crucial para entenderlo. No voy a hacer un análisis de este álbum maldito que prefiero no recordar, pero su existencia me sirve como un perfecto trampolín para hablar de él: Anthony Anzaldo, guitarrista y alma de Ceremony.  Anthony, ecléctico, vegano y straight edge, creció en Bay Area en California con la explosión hardcore-punk de los 2000. Sabertooth Zombie, Blacklisted, Lewd Acts o Life Long Tragedy son sólo algunos de los nombres que fortalecieron la presencia de un nuevo estilo en esta costa, y son precisamente estos últimos los que aún hoy me sirven de nexo con esos años para hablar del trabajo de Anzaldo antes y ahora. No sólo actuó en sus filas durante un tiempo, sino que es con Scott Phillips y su hermano RJ (voces y guitarras respectivamente de esta banda) con quién entabló una amistad que le llevó a entrar en Creative Adult en 2014 como segunda guitarra cuando estos llevaban ya dos años siendo una súper banda capaz de tirarte al suelo de culo cuando te metes de lleno en sus líneas y descubres el potencial que lleva dentro. Además de los hermanos Phillips y Anzaldo, Michael Bingham (guitarra en los potentes All Teeth, cantante en los mástevaleescuchar No Sir), Michael Fenton y James Rogers completan un elenco de lujo que explica porqué el sonido hardcore-punk oscuro de Creative Adult ha seducido a tantos desde sus orígenes en 2012: tienen ese punto frenético que recuerda a Single Mothers, la elegancia de Self Defense Family, un toque agresivo a lo Pissed Jeans y lo que más me gusta de ellos, un puñado de tipos llenos de una violencia y energía que ni siquiera la reverberación de la voz puede ocultar, capaces de tocar con los mismísimos Gang Of Four y en el Sound And Fury Fest de este año al mismo tiempo. Su última referencia, «Psychic Mess» (Run For Covers, 2014) es de recomendada revisión y obligada escucha para todos los amantes de un punk con actitud y encanto, y no el molde ochentero al que nos tienen acostumbrados los que caminan bajo esa etiqueta.

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Parece que el punto de inflexión llegó con el cambio de sello de Ceremony (que había militado hasta entonces en Deathwish, Malfunction y Bridge9) a Matador Records, y con el lanzamiento de «Zoo» en 2012. Hasta entonces, parecía que las fuerzas de Anzaldo estaban concentradas en Ceremony, pero es al año siguiente del nacimiento de este álbum cuando usa The Videos como excusa para poner un toque de punk-rock aderezado con una pizca de nueva ola y mucho New Order en su vida…como si no lo tuviera ya, vamos. No es esta una de las bandas más prolíferas que ha formado, al menos en cuanto a material digitalizado se refiere, pero creo que es importante revisar este material teniendo en cuanto cuándo vio la luz: Ceremony cada vez eran más grandes, y cada vez parecían estar menos enfadados con el mundo: su queja se estaba suavizando, y aunque el propio «Zoo» representa la ironía de que, como seres humanos, estamos «encarcelados» en un mundo o contexto del que poco podemos elegir, la pérdida de energía y violencia en la banda es más que patente; y tampoco es que The Videos resulten el no va más en cuanto a agresividad (en absoluto), pero me parece atisbar un rasgo de disconformidad alto… y prometedor.

Patrick Flynn (cantante de Have Heart) pintándole las equis a Anthony Anzaldo. Foto de Alvin Carrillo.

Es en 2014 también cuando Ceremony salen a girar con la banda de hardcore-punk, o punk, o hardcore, Never Healed. La historia parece repetirse, y Anthony entra en sus filas. Never Healed son unos animales, y apuesto mi mano derecha a que los más puretas en sus conciertos fliparon con los estilismos de Anthony en más de una sesión en vivo, lo cual me chifla, puesto que como él mismo remarca en una entrevista para el blog Punk News «…algunas personas se sienten cómodas llevando ropa negra, vaqueros oscuros, parches en la cazadora…se ocultan bajo el mismo paraguas estéticamente. Yo crecí con David Bowie, Iggy Pop, Prince, Robert Smith […] y nunca me sentí ligado a la idea de vestir como ellos para ser parte del grupo…nunca fue lo mío. Mi estética no es un esfuerzo consciente para destacar, es como soy y lo que me hace estar cómodo en el escenario», y todos los aquí presentes sabemos de sobra que una apariencia no asimilada causa estragos. Otro rasgo más a destacar de su persona, que aporrea la guitarra desde entonces con ellos y practica un hardcore rudo, violento y enérgico, de titanes. Bien por ese punto también, Anthony, levantando todas las ampollas que puedes y más.

Y siguiendo con la línea del hardcore, mis favoritos de entre los proyectos no-Ceremony de este artistazo: Ex Youth, una calada de aire fresco dentro de la basta oferta de bandas de hardcore straight edge que nos rodea y asedia desde hace años. Grabaron su primera y única referencia en diciembre de 2014, y debutaron en directo junto con (ay, las amistades qué bien vienen) Ceremony y Negative Approach en mayo del año pasado. Para esta contienda, Anzaldo llamó a Valeriano Saucedo (Punch, Loma Prieta) a la batería, hizo que Rich Giaccione (del popular y súper recomendable blog EDGELAND) se colgara la guitarra y tentó a Tobia Mickler (Look Back And Laugh) a coger su bajo, y el resultado no puede ser mejor. Sólo durante este año han tenido el honor (o les han hecho el favor, no estoy muy segura al respecto) de tocar con gigantes del hardcore como American Nightmare, Foundation o los siempre leyenda Bane. Espero lo mejor para Ex Youth, espero lo mejor para que ese sonido vieja escuela renovado haga estremecerse a los amantes de Betrayed, Judge o Turning Point cuando vean que sale de un tipo que lleva rimmel, tupé, los labios pintados y botas de plataforma y está dispuesto a gritarles a la cara y empujarles con aires de provocación. Abrid los ojos y la mente, hijos de las convenciones.

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Aparte de estas formaciones ruidosas, Anthony también colabora como músico en Tony Molina Band, un interesante proyecto de pop hecho por punks con regustos noventeros muy crema, y en Double A and the BCDs, de los cuáles no he podido encontrar nada  a pesar de tener uno de los mejores nombres que he escuchado últimamente (os animo a buscarlo y compartirlo, es justo y necesario).

Sentarme a hacer esta review estilo paper de Anthony Anzaldo me ha animado a depositar el voto de confianza perdido en Ceremony para un futuro, me ha hecho ver que hay esperanza incluso en el hardcore palero (si se hace bien y te meas un poquito en todo) y me ha descubierto no sólo un puñado de bandas californianas vivas y sangrantes, sino a una estrella única.

Anthony: a ti sí que voy a llorarte cuando mueras.


NOTA DE LA AUTORA: Científicos de todo el mundo no recomiendan revisar todas las bandas nombradas en este artículo, porque seguramente en su mayoría no tengan ni idea de sus beneficios, pero yo sí. Revísalas, anda. Hazle un favor a tus oídos.

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