Linoleum
Ya está aquí. Ya ha llegado. Estamos en ese momento de la temporada donde se juega todo lo gordo. Donde solo los auténticos cracks salen a dar la cara, y donde todo es decisivo. Ese momento en el que la calidad tiene que hacer acto de presencia si se quiere hacerse notar. Donde solo lo más valientes presentan sus cualidades al resto del mundo. Abril y mayo son meses elegidos para el triunfo (o el fracaso), y abrirse hueco entre tanto rival no es fácil.
La juventud y el descaro son armas muy potentes. Te quieres comer el mundo y te da igual de que manera lo hagas. La veteranía y las tablas quizás lo sean aún más. Sabes lo que haces, como lo haces y los resultados que puede darte. Nunca subestimes a un viejo rockero, tienes todas las de perder. Y es que, si algo tiene este 2015 es la vuelta a la palestra de grupos que hacía tiempo que no se calzaban las botas de juego. Poison Idea no es el único grupo que llevaba nueve años sin ser de la partida, pero se han metido de lleno en la lucha por el título de este año.
Estamos ante un grupo que tiene corte de jugador de los de antaño, de esos que no salían en portadas ni hacían anuncios de ropa de interior. De esos que no se peinaban en el descanso y que les daba igual mancharse en el campo. Pero ojo, todo aquel que escucha lo que presenta recuerda su nombre, su fuerza y su pasión a la hora de hacer lo que hace. Y yo quiero jugadores de esos en mi equipo. Dejémonos de fenómenos mediáticos y busquemos calidad. Hay que sentir los colores.
Confuse & Conquer tiene todo lo dicho anteriormente. Fuerza, pasión y calidad, mucha calidad. Basta con darle al play para darse cuenta de que aquí hay equipo. Por una vez, y sin que sirva de predecente, no voy a hablar uno por uno de los, curiosamente, once cortes que forman la alineación titular. Pero debo decir que a lo que todos esperábamos de esta vuelta; guitarras afiladas que cortan cual cuchilla de afeitar, baterías endiabladas que te golpean más rápido que el ritmo de tu corazón y una voz que destila crudeza, hay que añadir un tímido piano que coquetea con el «ruido» durante todo el disco, temas que se salen de lo previsto y que nos ambientan en el mismísimo Far West, o una ligera excursión a terrenos más oscuros y tenebrosos. Todo perfectamente equilibrado para que la balanza ataque – defensa funcione con toda precisión.
En conclusión, puede que Poison Idea no copen páginas en revistas especializadas o suenen en radios, pero se han sacado de la manga un Confuse & Conquer que bien merece una escucha. Gran trabajo para los que aún recordaban cómo solían jugar hace años. Si no los conoces y te gustan grupos como Black Flag o, los ahora en boca de todos, OFF!, fíchalos para tu equipo de este año. La cosa solo puede ir a mejor.
