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Los Cheddars – Ensayo Nucelar

«Nucelar, la palabra es nucelar». Si sabes de dónde sale esta frase, sigue leyendo, Los Cheddars son tu nuevo grupo de cabecera. Este trío de la capital marcha a pasos agigantados para convertirse en una de las referencias dentro del género pop punk nacional, y lo hacen de una manera divertida, fresca y desenfadada. Cómo si fuera fácil.

Ensayo Nucelar consta de diecisiete lonchas que se funden a la perfección dejando en tus oídos un sabor a los Greenday de Lookout!, con matices y referencias de los mejores grupos nacionales e internacionales del género. Si se saborea lentamente, se pueden apreciar esencias tan sabrosas y mediterráneas como F.A.N.TA. o Sugus, dejando claro que el legado está salvaguardado. Cabe resaltar que este tipo de queso también goza de mucha popularidad en U.S.A., con lo que, una vez en el oido, tiene toques a sabores del otro lado del charco como Teenage Bottlerocket. Riquísimo.

La «Intro» del disco nos adentra en el mundo de Los Cheddars, un mundo simple y sin pretensiones, donde el arte de la delincuencia goza de un curioso papel principal. En «Underground Psycho, Pt.1», «Asalto Fallido» y «Underground Psycho, Pt.2» descubrimos unos maleantes bonachones con corazón y con poca preparación. Temas que por su temática y por su sonido bien podrían recordarnos a los grandes Masked Intruder. Nada que envidiar. El disco goza de un sonido melódico excelente, manejando el arte del pop punk y sus coros a la perfección. «Motor City», «Golpes y Estrofas» o la inmensa «Desconexión» (por favor, hacedla un hueco en el Dookie) son un claro ejemplo.

Aún así, y aunque pueda parecer que Los Cheedars son solo para aquellos amantes del sabor suave, también tienen un toque de fuerza que golpea duro. Esto ha sido quizás lo que más me ha sorprendido (positivamente) del disco. Temas como «La Secta», su primer single «El Actor de Kung Fu» o «Cagar en la Oficina» (posiblemente, el corte más rápido del grupo hasta el momento), harán las delicias de aquellos amantes de la velocidad y toques hardcore. Porque los buenos chicos también pueden tener mala leche. Sí señor.

El disco cierra con un tema que me parece sublime: «1994», un año que sabemos que es muy importante para todos aquellos nacidos a primero de los 80s. Este corte es una reflexión a los cambios que muchas y muchos sufren con la edad. De amar grupos y discos, a renegar sobre ellos. Algo que parece que pasa muy a menudo pero que, afortunadamente, a mi no me ha sucedido. Espero que a vosotros tampoco. Increíble broche final. Imposible no cantarlo.

Los Cheddars se han hecho hombres y se han atrevido con un larga duración. El experimento ha salido genial, y Ensayo Nucelar es un disco para tener muy en cuenta. Si os gustan las referencias citadas a lo largo del artículo, no lo penséis y escuchad un álbum que dará bastante que hablar en los corrillos del pop punk. Y por favor, por nada del mundo os perdáis a «Los Cheddars haciendo coros».

 

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