Uno de los rugidos más potentes del panorama punk rock / hardcore internacional vuelve a resonar con fuerza. Esa fuerza que suena a ganas, a rabia y a hambre. Unas ganas que quedan patente en todas y cada una de las canciones de este nuevo trabajo de los franceses Lion’s Law, una rabia que golpea cada acorde y cada nota musical, y un hambre que parece no tener techo y que hace que Lion’s Law sigan mejorando con cada paso que dan como banda.
La «Intro» de The Pain, The Blood and the Sword es un previo aviso. Ritmos punk rock con baterías y guitarras que compactan a la perfección con una linea de bajo old school que te avisa de que el león está próximo. Acto y seguido, sin darte cuenta, cuando te encuentras degustando la música, el rugido aparece en «PBS». La voz de Wattie dota al grupo de un sonido potente y adictivo. Ya estás perdido. Lion’s Law empieza a pisarte los talones y es cuestión de tiempo que te atrape. La caza llega en «The Reaper», el arañazo letal del disco. Un temazo alucinante con un estribillo que en directo debe ser una auténtica locura y que se clava como uñas afiladas en la piel. Herido de gravedad.
Intentas huir a duras penas pero entonces llega el mordisco definitivo; «Escape», para mí, el mejor tema del disco. La fuerza patente en todo el trabajo combina en este tema con una melodía sublime. El resultado de dicha mezcla hace que no puedas permanecer callado y que tengas que corear el estribillo sin oponer resistencia. Es entonces cuando el grupo presenta «Un Jour», el primer tema en francés del álbum con la compañía de un bajo y una guitarra que nos suena mucho a CRIM. «Fidèle» y «Sabrier» también están cantadas en la lengua gala.
El hardcore más potente también tiene cabida en este disco, y «Roses and Fire» es el ejemplo claro. No solo de fuerza viva el león, también son necesarios los riffs duros y marcados. Curiosamente, el tema más fuerte del disco aparece en el meridiano del mismo, como marcando un antes y un después. La segunda parte del trabajo no pierde ápice de fuerza y presenta temazos como «The Enemy» o «Revenge» que sirven de puente para llegar a «The Pathfinder», otro de mis temas favoritos, donde el hambre vuelve a despertar a ritmo de un solo de guitarra espectacular. «Destined to Fall» es la prueba de que aunque sea el último corte del disco, Lion’s Law golpean fuerte de nuevo. Un tema hardcore con baterías aceleradas y coros rabiosos en cuya segunda parte encontramos una outro camuflada donde podemos ver cómo, con los deberes hechos, el león se retira a descansar hasta su próximo ataque.
Conclusión: The Pain, the Blood and the Sword es un disco que consta de catorce temas que no dejaran indiferente a nadie. No importa el subgénero que te guste, Lion’s Law han creado un sonido propio equivalente a una amalgama que incluye desde el Oi! más clásico hasta el streetpunk más combativo, pasando por el punk rock y el hardcore. No importa cuánto quieras correr, el sonido del león te atrapará y te engullirá. Estás avisado.