Diegocentrico
La Casika vuelve a ser ese espacio donde pensar en futuro. Bueno, en realidad, probablemente siempre ha sido así. Pero ahora, además, sin posibles impedimentos legales. Y eso también se notaba en la cara de la gente cuando, cercanas las 21h, y después de una auténtica odisea a través del transporte público, llegamos al destino. Muchas caras conocidas, saludos y reencuentros, hicieron que al menos se nos olvidara lo que nos habíamos perdido.
Por suerte, conseguí convencer a mi colega Deivid Guetto para que nos hiciera un relato del primer concierto de la noche, y así nos lo cuenta:
«A las 20 h, puntual y con 33 grados a la sombra de los árboles del patio de La Casika comenzaron los Chimpancé. Como siempre, un inicio sin tiempo para respirar, haciendo del tirón los temas de su ultima maqueta, ‘Memoria‘, ‘1312‘ y ‘Golpe Tras Golpe‘. Combinaron canciones de sus tres discos incluyendo un par nuevas, que podremos escuchar en la cinta que van a sacar dentro de muy poquito. Estos temas nuevos, aunque parezca difícil, son aún mas melódicos y mas rápidos que los anteriores. Para ir terminando su concierto y como colofón final, el ‘Odio a mi Patria‘ de los RIP, dedicado a algunos de los casos de represión que se han dado en los últimos años: Operación Piñata, Pandora, Alfon, Tamara…
Versiones de los RIP se han escuchado más que el ‘Bailando’ de Enrique Iglesias el verano pasado , pero nunca una a tantísima velocidad (con parón incluido cuando los RIP hacen un punteo con el himno nacional, momento que aprovecharon para cantar ese clásico juvenil de <<Franco, Franco… que tiene el culo blanco…>>).
Conciertazo como siempre. Chimpancé son 100% actitud y honestidad».
Para despedir la soleada tarde y dar la bienvenida a una noche no menos sofocante, Duelo volvían a ser la rabia que habita en nuestro interior, revelada con la crudeza lacerante que solo las personas más brillantes saben expresar. Tras una larga temporada sin dar conciertos, volvían con ilusión en sus expresiones, y buena prueba de ellos fueron los nuevos temas del compartido con Accidente, ‘Comarcal 220‘ y ‘Buscar‘, que sonaron especialmente incendiarios. Por lo demás, el mejor repaso posible a sus otros 3 lanzamientos, con ‘El Bien Más Preciado‘, ‘Sangre, Sudor y Lágrimas‘, ‘Querer la Libertad‘ o ‘Cuando Hablamos‘ entre lo más destacado. Bonito reencuentro con 3 grandes tipos en su plano musical, ya que en el personal demuestran su valor a diario.
Que la escena Oi! madrileña está viviendo sus días dorados no se si es objeto de debate. Lo que si que está claro es que con Rude Pride llegaron con la contundencia de un puñetazo, asestanda sus golpes de uno en uno y encendiendo la mecha que recorría el espinazo de cada asistente al festival. Desde que sonaron los primeros acordes de ‘Fear and Panic‘ se pudo apreciar en las primeras filas una mezcla de locura desvocada y bocas abiertas por el espectáculo al que asistíamos. ‘Crisis Sons‘, ‘Hated and Rejected‘, ‘Outta my Way‘ o ‘Screaming Oi!‘ son sólo algunos ejemplos de la perfección que puede alcanzar el directo de una banda con poco pasado, mucho presente e ilusionante futuro.
Como invitados de la noche, los maños Co! Sparrer aparecieron en escena y, perfectamente arropados por un público animadísimo, repartieron las mejores versiones que puedes esperar. ‘Riot Squad‘, ‘Working‘, ‘Because You’re Young‘ fueron algunas de las más coreadas, pero para el final se reservaron el bombazo de ‘England Belongs to Me‘, pareciendo durante gran parte del recital estar viendo a los auténticos Cock Sparrer, de los que los zaragozanos han heredado un ilustrativo nombre que refleja de manera magistral su lugar de procedencia y el mundo alrededor del que giran sus directos, pero también su conciencia obrera y la mágica fuerza que desprenden.
Gracias a la gente que organizó el evento, personas que de manera totalmente altruísta colaboran con una causa justa, y que además usan el nexo de la cultura musical para dotar a cualquier fin de un valor aún superior… a Julio por las fotos, y a Deivid por ser nuestros oídos y nuestros ojos cuando la mala suerte nos privó de ellos.
