Linoleum
Blowfuse están de vuelta. El cuarto disco de los catalanes se acabó de construir el pasado 1 de marzo bajo el título de The 4th Wall. Una pieza más dentro del complejo edificio sonoro que la banda está creando a lo largo de los años. Un resguardo donde los amantes del punk rock (y sus variantes) encontrarán el cobijo necesario para satisfacer sus necesidades sonoras.
Desde la publicación del single «State of Denial», allá por 2021, necesitábamos ver si Blowfuse iban a seguir progresando en cuanto a sonido se refiere. Ahora, The 4th Wall refrenda esa nueva línea, donde la banda es capaz de mezclar un sonido fresco con reminiscencias de los 90s haciendo que el resultado sea simplemente genial.
The 4th Wall está formado por nueve cortes que hacen que la espiral se convierta en la más heterogénea que hemos escuchado nunca. Y quizá la más madura porque, sí, los chicos de Blowfuse también avanzan en la vida con todo lo que ello supone. Canciones como «Move On» o «I Give You My Word» son algunas de las que suenan a «esperadas» dentro de un disco de los catalanes. Sin embargo no todo es tan simple como parece.
Este trabajo está repleto de cortes que, si bien es cierto que pierden en velocidad, ganan en calidad. «Far Away» o «Enjoy the Ride» (posiblemente nuestra favorita en el momento de escribir estas líneas), son temazos que mejoran con cada escucha. Es imposible resistirse a la voz de Oscar sonando más limpia que nunca, a las guitarras que ganan protagonismo o la batería que disfruta de nuevos ritmos.
Por su parte, «Fade Into The Dark» (como obviamente indica su título) es una inmersión en los sonidos oscuros y los riffs potentes. Mientras que la preciosa «Cold Steel» es un coqueteo con un acústico que jamás pensamos encontrar en un disco de los antiguamente llamados Godfarts. Precisamente ese es el mérito de este disco, el ser capaz de aunar distintos sonidos, y hacer que todos formen un conjunto mientras disfrutamos del progreso en el sonido. Muy valiente.
Conclusión: The 4th Wall sigue demostrando que Blowfuse no se han acomodado. La banda ha decidido ponerse el mono de currantes y seguir construyendo un legado que traspasa nuestras fronteras. Con este trabajo ya tienen las cuatro paredes pero, también demuestran que aún queda para llegar al techo. Y eso, con la carrera que llevan a sus espaldas, son palabras mayores. Disfrutemos del camino.
